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domingo, 20 de enero de 2008

SINCERIDAD...



La palabra sincera viene del latín sincerus, que quiere decir puro, sin mezcla. Pero hay otro origen que la sitúan en Roma. El trabajo de esculpir era delicado, y en ocasiones, la necesidad de esculpir más rápido daba lugar a errores. Aquellos escultores que querían esconder sus fallos, los tapaban con cera. Los buenos escultores definían a su obra como sin cera, para demostrar su calidad. Lo que uno veía era lo cierto, no había nada que ocultar. Otro origen lo tenemos en ayudarse de la cera para dar un tono dorado imitando al oro. Las sin cera eran las puras.


La sinceridad es un modo de expresarse libre de fingimiento. Es un valor que hipócritamente exigimos a los demás y menos veces lo utilizamos. Para ser sinceros debemos procurar decir siempre la verdad, esto parece muy sencillo, pero en la vida hay situaciones que cuesta mucho más de lo que se cree.


Decía Quevedo que no se debía demostrar la verdad desnuda, sino en camisa. Y es el tacto lo que debía acompañar a la sinceridad.


Y digo yo, para que me llevéis la contraria, ¿es la sinceridad una virtud o un defecto?
Mientras lo pensáis, escuchad “lie to me” de Depeche Mode. Dice algo de la sinceridad.


Come on and lay with me

Come on and lie to me

Tell me you love me

Say I'm the only one

Experiences have a lasting impression

But words once spoken

Don't mean a lot now

Belief is the way

The way of the innocent

And when I say innocent

I should say naive

So lie to meBut do it with sincerity

Make me listen

Just for a minute

Make me think

There's some truth in it

Promises made for convenience

Aren't necessarily

What we need

Truth is a word

That's lost its meaning

The truth has become

Merely half-truth

So lie to me

Like they do it in the factory

Make me think

That at the end of the day

Some great reward

Will be coming my way.

37 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Miénteme Pinocho! jejeje...
(ya en serio):

¡Hola!
Pues yo estoy con Quevedo. La sinceridad desnuda hace mucho daño y quien la usa se suele justificar con el típico:-Lo siento, es que yo soy así. Y va como una apisonadora arrasando a su paso.

Hay que ponerle camisa, aunque sea de gasa, pero camisa.

Y hay que ser sincero; porque la mentira es un insulto al otro, cuidando no insultar cuando eres sincero.
(tonto el retruécano!)
Besos

Lula May dijo...

Complicado tema cuando la sinceridad hacia los demás choca con la sinceridad hacia uno mismo. Yo creo más en una actitud ante la vida que nos evite poner pegotes de cera, coherente y relajada, a evaluar objetivamente si nuestras palabras se ciñen a la verdad.

A estas alturas de partido ya sabemos que en muy pocas ocasiones la verdad es objetiva.
Beso sincero (o quizás no),
Lula.

noe78 dijo...

Buenos días...
Qué difícil es ser sincero, que no insensible, en esta vida...
La gente te exige sinceridad, en la amistad, en el amor, en el trabajo...pero cuando luego se la das no saben aceptar las cosas, no gusta oir las verdades, la sinceridad incomoda porque vivimos en un mundo de hipócritas.
Está claro que ir avasallando a la gente soltando todo lo que piensas de manera insensible no es lo más adecuado...hay que saber qué decir, cómo hacerlo y lo más importante cuándo toca hablar y cuándo toca callar y todo esto es complejo pero no imposible.
Me precio de ser clara y sincera, de hecho quienes me conocen me describen como una persona transparente pero me cuido muy mucho de no hacer daño, aunque eso no significa que a veces no lo haga sin darme cuenta.Sobre todo mis amigos saben que conmigo no hay dobleces, si algo no me parece bien lo diré y lo diré de frente (odio los comentarios a terceros...mis amig@s me llaman siempre que quieren comprar algo, ropa, regalos...porque saben que no soy complaciente...no me gusta regalar los oidos con falsos halagos, si te digo un piropo es porque lo siento en el corazón y no me puedo callar, y si me haces algo que no me guste ten seguro que antes o después te lo diré, con buenas maneras e intentando arreglar no enmarañar más, pero te lo diré...eso sí, espero lo mismo de los demás y por desgracia me he dado cuenta de que es muy difícil que eso pase....la gente o prefiere quedar bien y callar aunque por dentro piensen otra cosa o te dicen lo que quieres oir y punto.Me parece bien callar antes que hacer daño pero no cuando es por pasotismo o falta de valor.
Resumiendo, creo que podemos decir que es una virtud cuando sabemos dosificarla y afrontarla...es un defecto cuando la usamos como arma arrojadiza o como dice curiosísima como un..."yo soy así".
Un beso.
Noelia

amina dijo...

Suelo ser como Noe, aunque no tengo demasiado dominada la técnica de vestir mi sinceridad, ya he dicho que soy brusca.

Otra cosa, ya he comentado en algún momento... es cuando la sinceridad es una forma de descargar tu conciencia; ¿ganamos algo? Alguno más por aquí sabe de las consecuencias de ciertas sinceridades, a veces parecen agua pasada. Pero cada vez estoy más convencida de que queda el poso de esa confesión y los ojos de los demás nunca te volverán a mirar igual. Ahora ya no hay vuelta atrás pero no sé con qué quedarme ¿traición o sinceridad?

Vale, vale... el tema no era este.

Snowhite dijo...

Siempre soy sincero...si sirve para algo. Sino prefiero callarme.

Snowhite

Anónimo dijo...

Para ser sinceros con alguien hay que tener en cuenta si es la persona idonea y si es el momento adecuado, porque ser sinceros implica decir siempre la verdad y esto que parece sencillo, a veces es lo que cuesta mas trabajo.
La verdad exige responsabilidad de lo que decimos, hay que evitar dar rienda suelta a la imaginacion o hacer suposiciones.
Exige "tacto" cuando debemos decirle a una persona algo que puede incomodarla porque no olvidemos que lo que se pretende es ayudarla o ayudar a solventar una situación y podemos producir el efecto contrario al deseado y provocar mucho daño.
Creo que tambien se debe ser sincero en nuestra actitud, en las opiniones que transmitimos. A veces queremos aparentar lo que no somos, en el trabajo, en la amistad, hasta es posible que aqui mismo, en este blog, entonces ¿como podemos pedir que sean sinceros con nosotros si no somos capaces de ser sinceros con los demas?.

Anónimo dijo...

Tratando de contestar a su pregunta “maestro” sobre si la sinceridad es una virtud o un defecto, pienso que la respuesta que yo daría es: depende.
Depende de la intencionalidad que tenga ese ejercicio de “sinceridad”. Si parto de la idea que sinceridad significa ser coherente con lo que uno piensa, siente y dice, o no dice porque así lo decide libremente. Pues, creo que es un buen “ejercicio” personal el tratar de ser sinceros con uno mismo. Pero cuando el “ejercicio” supone una opinión o una exposición de nuestra “verdad” dirigida hacia otros, sería bueno plantearnos qué intencionalidad conlleva esa “sinceridad” y qué “bien” obtendría la otra persona al escuchar esa “verdad”.
De no estar segura, prefiero callar mis “verdades”. No soy de las que piensan que el que calla necesariamente otorga. El quid estaría en acertar cuándo callar y cuándo hablar. O… hasta donde decir cuando se corre el riesgo de dañar a otros en pos de nuestra muy “loable sinceridad”. Quizás, o sin quizás, no siempre el que dice la verdad de lo que piensa es realmente sincero. Y sé de algunas personas, a mi entender razonablemente sinceras, que callan su “verdad” pero son sinceramente coherentes con sus pensamientos y sus sentimientos.

Anónimo dijo...

Menudo temita…

La sinceridad es una virtud. Me explico.

Sin duda, todos decimos que el mundo de hoy es hipócrita, porque anhelamos que exista la sinceridad. Sabemos que duele cuándo no se disfraza de “cierta camisa hipócrita” o eufemismos más o menos conseguidos. Pero creo que es de estas cosas que producen sentimientos que al principio duelen, pero luego se agradecen. Justo lo contrario que la falsedad, que deja buen sabor de boca, para luego hacerte morir, lentamente, con el veneno que lleva.

Sentado esto, creo que luego nos importa ser más sinceros o menos, dependiendo del contexto y las personas. Al ser la sinceridad, un guantazo que espabila, lo normal es no querer irse peleando con medio mundo. No pienso que eso sea falsedad… quizás sea un escudo. Donde queremos que la gente nos trate con sinceridad es en el ámbito más cercano. De no ser así se podría pasar a lo que comenta AMINA… a la traición. Y para evitar ésta, muchas veces se ha de tirar, no de una camisa fina, sino de jersey o abrigo si hace falta. O buscar el momento o decirlo con tacto… Casi todas las acepciones que decís me valen.

ANFAR, creo que lo que defines como sinceridad es un ejercicio de violencia gratuito realizado por alguien con muy malas intenciones. Estoy seguro que tú, aun diciendo tu verdad objetiva a alguien, si no la quieres dañar, puedes buscar mil formas de hacerlo. Lo que es un defecto, no es la sinceridad, sino la maldad.

No me quiero ir, sin decir, la ilusión tan enorme que me ha hecho la canción de los Depeche. Me he ido a mi discoteca particular a escucharla y cantarla. Año 1984 – LP – Some great reward. ¡¡¡¡ Gracias, Diógenes!!!!

Besos.

Firebrand dijo...

Sucribo a Curiosisima al 100 por ciento.

Firebrand dijo...

Perdón: digo Suscribo

Anónimo dijo...

No sé si es objetivo del blog hacerlo más interactivo. Dímelo Diógenes.

Aquí dejo el enlace de la canción de los Depeche, por si a alguien le apetece escucharlo.

http://es.youtube.com/watch?v=x1Ck8xzoDzs

Saludos.

Anónimo dijo...

Yo me cuido mucho de aquellos que dicen ser muy sinceros e ir siempre con la verdad por delante, esa es la primera mentira que los delata.

Freshover.

Anónimo dijo...

En el tema de la sinceridad no es bueno enseñar todas las cartas. Tenemos que ver como juegan los demás y jugar nosotros como ellos. Conozco gente que utiliza la sinceridad para hacer daño gratuitamente a los demás, simplemente porque no les caen bien o por envidia. Pueden callarse un defecto de la persona ya que la situación no requiere que se ponga al descubierto y sin embargo, se lo dicen sin el menor pudor. Líbreme Dios de semejantes "sinceros".
Creo que la sinceridad debe de utilizarse solamente cuando peligre el bien común. Mientras tanto, pienso que no hay que darle un mal rato a nadie si la situación no lo requiere. Un saludo a todos.

DIÓGENES dijo...

manqueospese,

No más hay objetivos en este blog, que aquel que lo haga de todos. Bienvenido por tanto tu video, aunque he de decirte que, viendo a David Gahan, y a Martin Gore, me hace pensar que una vez existió la juventud.

No se de donde serás, pero, yo, esta música la asocio a palabras como Splash, Volterera... qué tiempos.

DIÓGENES dijo...

Leyendo vuestros comentarios me afirma que sólo la sinceridad desnuda, es solo eso, sinceridad... pero cuando la sinceridad no viene sola, cuando intercede la hipocrésia, la mentira oculta, la verdad objetiva, la traición, o cualquier otro traje que nos lleve a vestir la sinceridad para otro fin, es cuando la distorsión sólo nos podrá amparar si hacemos caso a Quevedo, pero ya no será lo mismo.
¿O no será que en el fondo somos maestros de la política?

amina dijo...

Si Diógenes, a eso aspiramos, a ser diplomáticos, haya que vestir la verdad con lo que haya que vestirla, y en muchos casos con el silencio. Vivimos en una sociedad, en una familia, con unos amigos, con conocidos... y las verdades a bocajarro a veces llevan a romper el equilibrio que debemos alcanzar para convivir.

Los niños y los borrachos siempre dicen la verdad... es el dicho. Un niño, y los que los teneís cerca los sabeís muy bien, es en principio sincero, sincero en sus peticiones, en sus exigencias; de no pararle a medida que crece se convertirá en un tirano y no queremos dictaduras sino democracias por muy pequeño que sea el ámbito. Me parece entonces una virtud la búsqueda de la armonia disfrazando la verdad.

Me quedo pensando en las palabras de Arturo sobre el "bien común". Hablamos de cosas tan delicadas, de hilos tan finos, ¿cuál es el bien común para el otro?, ¿hasta dónde limitarme? todo es tan subjetivo...

Por cierto: Nunca me gustó Depeche... ¿he sido demasiado sincera? Es que no íbamos a coincidir en todo.

Besos.

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con freshover. Alguien que es sincero no necesita presumir de ello. La vida te golpea , pero te enseña, y las personas también.

Beso a todos!!!

DIÓGENES dijo...

Sí, Amina, si tienes razón... y eso nos lleva a decir que la sinceridad no existe hacia afuera, que es una utopía, que la cambiamos sino por mentira, si muchas veces con silencio. Pero, al menos tendremos que intentar ser sinceros con nosotros mismos, ¿no?

Besos.

P.D. Lo de Depeche, no te lo perdonaré en la vida. ¿soy sincero?.. jajajaja.

noe78 dijo...

Buenos días.
Anoche al acostarme me puse a pensar en este tema y me surgieron varias dudas...
Qué pasa con las mentiras piadosas? esas que no son del todo una mentira si no un maquillaje de la realidad por cariño a la persona a la que se la cuentas, por evitarle un mal mayor....
Y las mentiras por omisión? si no decimos toda la verdad? si ocultamos una parte por nuestro propio beneficio? porque no nos interesa contar o porque no nos interesa que el otro sepa demasiado..¿seguimos siendo sinceros?

Dice un refrán..."Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces"....de la sinceridad no se presume....o se es o no se es sincero...nos califican más nuestros actos que nuestras palabras.

Un beso.
Noelia

Mamen dijo...

Yo también estoy de acuerdo con Freshover, y quizás la auténtica sinceridad comience cuando no tienes necesidad de expresarla verbalmente (como ocurre con el resto de cualidades, sean éstas del carácter que sean).

El bienestar común empieza por el bienestar de uno mismo, pero no de una forma egocéntrica y cargada de rencor, sino un bienestar tranquilo y equilibrado que parta del conocimiento propio. Pero claro, para ello hay que mirarse bien a las tripas y ser sincero con ellas, reconocerse muchas cosas que seguro dolerán, y éste es un ejercicio que no todo el mundo está dispuesto a hacer. Y lo sé porque yo llevé durante muchos años una bonita máscara que creía partir de la sinceridad. Pero no era cierto.

Beso,
Lula.

p.d. Diógenes... me ha saltado una lagrimita al oír hablar de Voltereta... ayyy... qué bien lo pasé allí!! Otro beso.

DIÓGENES dijo...

Noe,

Aunque son parte de un mismo engaño, prefiero el silencio a las mentiras piadosas.

En cuanto a los adjetivos que nos ponemos, cuidado... sinceridad (como bien dice Freshover), honestidad, tener cultura, hablar bien, hacer las cosas mejor que nadie... nunca, pero nunca, se deben decir en primera persona.... creo.

noe78 dijo...

Querido Diógenes,
creo que estamos diciendo lo mismo...más vale no presumir y no autocalificarse...mejor hacer las cosas lo mejor posible, nos permitirá ser honestos con nosotros mismos y sentirnos bien....si de paso los demás se dan cuenta mejor que mejor y si no, pues siempre tendremos la conciencia tranquila.
Otro beso.
Noelia

Anónimo dijo...

Pienso "maestro", que el silencio no es parte de un mismo engaño. Al menos de parte del que calla. Si el receptor se engaña, tendrá que sincerarse consigo mismo y revisar la "interpretación" que hace del silencio de la otra persona.
El engaño es decir lo contrario de lo que se piensa y/o siente.
El silencio es una opción, en ocasiones mucho más sincera que las palabras dichas, por muy ciertas que éstas aparenten ser. ¿Acaso valen las mismas certezas y verdades para todos? ;-)
Un abrazo "maestro".

amina dijo...

Pues Diógenes, a veces también creo que ser sincero con uno mismo y ser honesto no significa lo mismo que no autoengañarse. A veces, queramos o no, es simple autodefensa y cuando me ha servido, cuando incluso me he silenciado a mi misma y me ha resultado creo que es algo natural y que no tiene nada de malo.

Noe, creo que alguna vez vendemos nuestra alma al otro si sabe demasiado; algo nos tendremos que reservar, ahí habrá una parte de nuestra libertad.

Anónimo dijo...

http://www.proverbia.net/citastema.asp?tematica=76

DIÓGENES dijo...

Amina, esa autodefensa no tiene nada de malo... si te sirve, y no te engaña.

DIÓGENES dijo...

Anónima,

Con Cicerón hemos topado. Gracias por las citas.

amina dijo...

Diógenes, una vez en mi vida, sin pensarlo, me engañé, enterré algo para no saberlo y después me he dado cuenta: fue una reacción natural, autodefensa que funcionó. No niego que me engañase a mi misma, durante esa época al menos. En ese momento los demás no me podían pedir sinceridad, pero no fue con ninguna maldad.

Hablar ahora de mentiras piadosas, ocultar verdades, etc... lo vivo en estos momentos y además lo vivo desde las dos partes: a mi me llegan las verdades, duras y descarnadas, puñales que en el momento me hacen daño pero que al final creo que solo sirven para prepararme para la estocada. Y yo transmito las verdades disfrazadas, filtro y a veces incluso miento... pero también os diré una cosa, ¿se creen lo que les cuento o se lo quieren creer para no ir recibiendo esas puñaladas de que os hablo? No lo sé.

DIÓGENES dijo...

Amina, pienso que quieren creer lo que les cuentas. Han aprendido a que alguien les endulce la vida, les enmascare lo cierto, lo difícil. Viven lo fácil, y no por desconocimiento, sino porque quieren así vivirlo, porque les gusta lo que oyen, como lo oyen, y la verdad no quieren creerla, asumirla…

Pero tú, Amina, vives en medio… y debes ser muy fuerte para mantenerte ahí, no lo dudo. Pero no te hagas daño, no intentes digerir la parte de los demás, el dolor del todo, cuando solo eres una parte.

Si con esa acción, atenúas el dolor de un ser querido, y le haces más feliz, no puedo decir nada. No soy quien para criticar desde la barrera, porque es posible que con semejantes toros, yo bajando al ruedo, haría lo mismo que tú.

Pero, como yo solo conozco a Amina, a ella puedo decirle que… no te hagas daño.

Besos.

amina dijo...

Procuro que no duela más de lo que tiene que doler, creo que hago a los demás lo que hubiese querido que me hicieran a mi... verdades a medias, maquillajes, camisas de franela. Sin embargo a mí me dan la verdad a palo seco, desnuda, dura porque simplemente "la vida es así".

¿Qué pasaría si me mintiesen también? igual que los demás sabría la verdad pero tal vez la llevaría mejor con maquillaje, como dices sería más cómodo vivir así... aparte de ahorrarme estar en el medio parando golpes día tras día.

Después ¿lo perdonaría?, ¿me perdonarán a mi estas mentiras?

Que ya... que no soy tan fuerte. Y duele... vaya si duele.

noe78 dijo...

Amina,
no soy quien para dar consejos, sólo puedo decirte lo que pienso y lo que siento....yo prefiero la verdad, siempre, aunque duela....al menos no siento la inseguridad del que recibe la información maquillada...no siento el dolor de sentirme engañada...el dolor de la verdad, para mí, es más fácil de superar...si las cosas son como son hay que afrontarlas y cuanto antes mejor...
De todas maneras te deseo que te mientan lo menos posible y que te hagan daño lo menos posible...y que te creas fuerte porque estoy segura que lo eres....
Un besazo guapa.
Noelia

amina dijo...

Gracias Noelia,

Pero creo que más que hora de decidir a quien hacemos daño o se lo evitamos con la sinceridad va a ser mejor...........

Irse a comer.

Me acordé del chocolate el otro día, de ese que nos tomabamos este fin de semana... pero la resaca era de campeonato y prometo que solo tomé un par de vinos y una copa de whisky. Eso si... la compañía de la cena estupenda, como todos vosotros.

Anónimo dijo...

Noe, Amina, Diogenes, todos... vale, te hago caso y le digo la verdad a alguien, posiblemente eso conlleva que se aleje de mi,
yo no queria que se alejara, solo queria sincerarme con esa persona, pero con eso solo consigo quedarme sin ella (el), entonces ya no es por ella (el), es por mi, no quiero perder a esa persona, por lo que me callo o lo que es peor (¿o mejor?) le miento.
Debemos escoger, debemos ser consecuentes con la eleccion, pero dependiendo del resultado siempre quedara el ¿y si lo hubiera hecho de otro modo?.
No me vale el que digais que he obrado con lo que mi conciencia me ha dictado, porque el resultado puede ser que rompa algo que queria mucho y entonces ¿que?.
No me vale...

noe78 dijo...

Kiko...
siento decirte que nadie dijo que fuera fácil...tanto el que miente como el que dice la verdad se la juega...es parte de ser adultos, parte de actuar y tomar decisiones, se puede ganar y se puede perder, se puede acertar o no...pero tienes que ser honesto contigo mismo, sí lo eres es difícil que un día pienses eso de qué hubiera pasado si...
Cuando mientes a alguien a quien quieres, aunque el fin sea no hacerle daño, no perder a esa persona, estás admitiendo en parte que hay algo que no has hecho bien, si no fuera así no habría necesidad de mentir...desde ese momento el problema no está en la mentira o la verdad...está en lo que no has hecho bien, que lo afrontes con sus consecuencias sean las que sean es sólo cosa tuya.
Un besazo
Noelia

Anónimo dijo...

Querida amina: Cuando digo el "bien común" me refiero a pararle los pies a aquellos que son el ombligo del mundo, los indispensables, los que si no estan el mundo se hunde, los arrogantes, etc. Todos aquellos "insinceros" que se creen superiores al resto de los mortales y que no hay más remedio que ponerlos en su sitio. Esos que el ochenta por ciento de lo que te dicen es mentira (que generoso soy). Todos esos falsarios que van de fantasmas por la vida y hacen opulencia de su nada. Son seres patéticos a los cuales tienes que hacerles sonar las doce campanadas de la Cenicienta (la sinceridad). Eso es el bien común. El no permitir que este tipo de gente nos atropelle con su arrogancia. Un saludo.

DIÓGENES dijo...

Kiko,

El ser consecuente con una decisión implica no volver atrás para pensar en ella, para seguir viviéndola. En cuanto al resto, y hablo por mí, siempre que se toma una decisión repercute en lo que nos rodea, en quien está a nuestro lado.

Después de leer todo lo que hemos leído, creo que podemos darnos cuenta de lo engañoso, sí, engañoso de este término, la sinceridad.

Nuestra mente, nuestros deseos, nuestros puntos de vista, nuestra forma de enfocar un error, nuestra forma de ver la vida, es nuestra, de nadie más. Cada uno de las inquietudes que en un momento determinado nos lleven o no a ser sinceros, tendrá un punto de vista totalmente distinto, visto con otros ojos, con otro pensamiento. Y sólo porque cada uno de nosotros… es único.

La sinceridad por tanto no podemos entenderla como un libro abierto, como una pecera donde todo aquel que lo desee se asome, nos mire… tenemos que ser egoístas, y ya sé que es fuerte el decirlo, pero tenemos que ser egoístas y dejar un poco para nosotros mismos.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Ja,ja!!! Estoy con Arturo, me encanta cuando habla de esos falsarios, fantasmas y prepotentes, que van por la vida arrasando.
Sí, decididamente hay que pararles los pies. Porque haberlos, haylos, que es lo sorprendente, aunque, sinceramente no los entiendo.

Saludo a todos!!!