Muchas veces las aguas del rio vienen imposibles, son amargas y graves, salvajes y distintas y no podemos hacer nada.
Hay ciertas aguas a las que no podemos oponernos, como decía el abate Fauchelafleur en El barón rampante de Italo Calvino. Al agua que no podemos oponernos dejarla correr, decía.
Curioso libro en el que se habla de la vida de Cosimo Piovasco, barón de Rondó, el cual en un gesto de rebelión, se fija una voluntaria y difícil regla que sigue hasta las últimas consecuencias, ya que sin ella él no sería el mismo ni para sí ni para los otros.
Ananké, decían los griegos al suceso inevitable que derivaría en el latino fathum.
Borges y Joyce, los dos poetas, los dos enamorados de la Odisea. Los dos soñaron con ser Ulises unidos a la fatalidad de la lengua. Borges que se refirió al tango querendón, alegre, sencillo y travieso en los inicios. De nuevo la fatalidad.
Y que mejor fatalidad, aquella de la que habla un tango.
Hay ciertas aguas a las que no podemos oponernos, como decía el abate Fauchelafleur en El barón rampante de Italo Calvino. Al agua que no podemos oponernos dejarla correr, decía.
Curioso libro en el que se habla de la vida de Cosimo Piovasco, barón de Rondó, el cual en un gesto de rebelión, se fija una voluntaria y difícil regla que sigue hasta las últimas consecuencias, ya que sin ella él no sería el mismo ni para sí ni para los otros.
Ananké, decían los griegos al suceso inevitable que derivaría en el latino fathum.
Borges y Joyce, los dos poetas, los dos enamorados de la Odisea. Los dos soñaron con ser Ulises unidos a la fatalidad de la lengua. Borges que se refirió al tango querendón, alegre, sencillo y travieso en los inicios. De nuevo la fatalidad.
Y que mejor fatalidad, aquella de la que habla un tango.
Fatalidad, de Julio Jaramillo.
Nocturno de celaje deslumbrante
tu encanto rememoro a cada instante
romance del momento en que vivieras
con el alma iluminada, descubriendo en tu mirada
un amor que nadie tuvo para mi
aunque aciago el destino, dividió nuestro camino
y angustiado para siempre te perdí.
Fatalidad signo cruel, en su rodar se llevo
el más valioso joyel que tu querer me brindo
el calor permanente de un cariño,
que ávido como un niño de ti tanto espere
Porque te fuiste mujer, como un sueño fugas
dejando en todo mi ser una ansiedad pertinaz
ahora espero en las noches tu regreso
al sitio donde un beso fue chispa de mi fe
Estrella fugitiva de mi anhelo
me lleva por desconocido cielo
detente no me robes la alegría
sin tu influjo iluminoso, mi existencia es un destrozo
oh gitana son tus ojos mi guion
no te apartes del camino, bella luz que me ilumina
oh gitana mi nocturno de pasión
Porque te fuiste mujer, como un sueño fugas
dejando en todo mi ser una ansiedad pertinaz
ahora espero en las noches tu regreso
al sitio donde un beso fue chispa de mi fe
http://es.youtube.com/watch?v=W5pmD1BAQgw&feature=related
Y digo yo, ¿existe la fatalidad?