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lunes, 31 de marzo de 2008

FATALIDAD...

Ananké, satélite de Jupiter

Muchas veces las aguas del rio vienen imposibles, son amargas y graves, salvajes y distintas y no podemos hacer nada.

Hay ciertas aguas a las que no podemos oponernos, como decía el abate Fauchelafleur en El barón rampante de Italo Calvino. Al agua que no podemos oponernos dejarla correr, decía.

Curioso libro en el que se habla de la vida de Cosimo Piovasco, barón de Rondó, el cual en un gesto de rebelión, se fija una voluntaria y difícil regla que sigue hasta las últimas consecuencias, ya que sin ella él no sería el mismo ni para sí ni para los otros.

Ananké, decían los griegos al suceso inevitable que derivaría en el latino fathum.

Borges y Joyce, los dos poetas, los dos enamorados de la Odisea. Los dos soñaron con ser Ulises unidos a la fatalidad de la lengua. Borges que se refirió al tango querendón, alegre, sencillo y travieso en los inicios. De nuevo la fatalidad.

Y que mejor fatalidad, aquella de la que habla un tango.






Fatalidad, de Julio Jaramillo.

Nocturno de celaje deslumbrante
tu encanto rememoro a cada instante
romance del momento en que vivieras
con el alma iluminada, descubriendo en tu mirada
un amor que nadie tuvo para mi
aunque aciago el destino, dividió nuestro camino
y angustiado para siempre te perdí.

Fatalidad signo cruel, en su rodar se llevo
el más valioso joyel que tu querer me brindo
el calor permanente de un cariño,
que ávido como un niño de ti tanto espere

Porque te fuiste mujer, como un sueño fugas
dejando en todo mi ser una ansiedad pertinaz
ahora espero en las noches tu regreso
al sitio donde un beso fue chispa de mi fe

Estrella fugitiva de mi anhelo
me lleva por desconocido cielo
detente no me robes la alegría
sin tu influjo iluminoso, mi existencia es un destrozo
oh gitana son tus ojos mi guion
no te apartes del camino, bella luz que me ilumina
oh gitana mi nocturno de pasión

Porque te fuiste mujer, como un sueño fugas
dejando en todo mi ser una ansiedad pertinaz
ahora espero en las noches tu regreso
al sitio donde un beso fue chispa de mi fe

http://es.youtube.com/watch?v=W5pmD1BAQgw&feature=related


Y digo yo, ¿existe la fatalidad?

jueves, 27 de marzo de 2008

CARLA...

Sin entrar en oscuros intereses de futuros, o en ideas maquiavélicas llevadas a cabo por una mente refinada, imaginemos… una playa en verano.

Un individuo recorre la orilla, descalzo, unas veces dejándose mojar por el agua de las olas que mueren y otras pisando la arena caliente, utilizando esta combinación de sensaciones como el que come una tarta caliente mezclada con helado de vainilla.

El deleite visual es manifiesto: el mar, un horizonte precioso, una costa no muy poblada aún verde en sus alturas, gaviotas, barcas de recreo… Unos pechos desnudos a un lado. Unos pechos desafiantes que se le vienen de frente para en el último momento echarse a un lado cuando se cruzan. Unos pechos boca arriba, tumbados, algo difuminados por la postura de un cuerpo que descansa, pezones sonrojados por el sol, y no sonrosados. Unos pechos, también al lado, éstos más grandes, más… enormes, y no ya difuminados, sino extendidos tanto, que se desparraman a ambos lados del cuerpo de la dama hasta tocar la toalla donde descansa.

En fin, pechos y más pechos, cuerpos al fin y al cabo.

En el paseo se pierde en otras miradas, no sólo en pechos. Hace ya tiempo que la costumbre dejó a un lado el morbo de la mirada. Ya no se altera nadie por un desnudo, por unos pechos.

Pero de repente, ocurre. La mirada perdida, encuentra. Sus ojos se cruzan con otros ojos, bajando después con un rápido e inconsciente recorrido por un cuerpo, por unos pechos… perdón, por “los” pechos. Ya no son "unos" pechos, son "los" pechos de su compañera de trabajo, la que tiene todo el año al lado. O los de su vecina, con la que se cruza todos los días en la escalera. O los de la viajera de la misma hora, la de todos los días, con la que coincide en el metro.

La situación ya es extraña. Él intenta disimular su asombro, hacerlo natural, pero su mirada forzada en no mirar le lleva a titubear en su saludo. Ella directamente tapa con sus brazos la parte que puede de sus hermosos pechos, sonrojada.

La diferencia está marcada. No son lo mismo "unos" pechos… que… "los" pechos.

Algo parecido le pasa a gente conocida.

- ¿Has visto a “la” Carla desnuda? ¿Te has fijado?
- Ya me fijé, les digo. Hace años que recuerdo haberla visto. ¿Y?
- Es que la primera dama de Francia no puede ir en pelotas.
- ¿Ah, no? ¿Y eso dónde lo pone? Además no es que ahora vaya desnuda, es que iba hace muchos años. Era modelo. No le veo ningún problema. Como si se quiere desnudar ahora públicamente.

Acaso un bombero no puede ser después modelo. O una jueza convertirse en una stripper…

Pobre. Nadie o casi nadie se había fijado en Carla. En UNOS pechos. Pero ahora, son LOS pechos. Y claro, no es lo mismo.

Ay Carla… mmmmm… Carla.

http://es.youtube.com/watch?v=cNqTH3mb314&feature=related

Buen finde…

martes, 25 de marzo de 2008

LA RAZÓN NO EXISTE...

Jacob Jordaens (1593-1678)




No entiendo la obligación que en ocasiones nos imponemos.

Solemos meternos en las mismas aglomeraciones que los demás sólo por el hecho de poder decir que hemos estado. Eso sí, discrepamos, criticamos, nos mostramos disconformes, pero el paso de ir a ese lugar es sólo nuestro.

Solemos en ocasiones vestir aquello que los demás visten, sólo por el hecho de estar de moda, aunque nos disguste en el fondo y no vaya con nosotros. A pesar de eso, también lo criticamos.

Solemos criticar acciones ajenas, a la vez incluso imitándolas, como hipócritas no de los demás, sino de nosotros mismos.

Somos animales de costumbres impuestas, copiándolas y haciéndolas nuestras.

¡No vuelvo a venir a esta playa en Semana Santa! ¡No hay más que gente! Pero al año siguiente, volvemos.

¡No vuelvo a leer este periódico después de leer lo que he leído! Pero se vuelve a leer.

¿Es tan difícil ser consecuente con lo que pensamos? Muchas veces no. Muchas veces tomamos una decisión y necesitamos hacerla pública, pedimos un amparo, una palmadita en el hombro, y un apoyo tan necesario, que si no lo recibimos nos sentimos huérfanos.

¿Necesitáis cuando volvéis a casa y cambiáis de camino, el beneplácito del primer transeúnte con el que os crucéis?

Cuando uno se intenta justificar con una acción es que la inseguridad le invade. Cuando uno busca apoyos en otras palabras si está escribiendo algo, es que las suyas no las lee con convencimiento, con el aplomo de sentirse uno mismo, consigo mismo.

Somos libres de ir, de venir, de no ir, de no venir, de leer, de no leer, de entrar, de salir, siempre que el respeto a los demás no lo impida. Pero, por favor, si lo hacéis no os justifiquéis.

Llevo escribiendo en este blog hace tiempo. Lo hago porque así lo deseo. El día que no lo desee no lo haré. Es sencillo.

El fin inicial de este blog fue no perder unos contactos con gente que había conocido en otros sitios. Gente muy especial, con la que tengo afinidades y discrepancias, pero el hecho de verlas, aunque sea de vez en cuando, me anima, me recuerda otros tiempos, y me agrada compartir ideas, enfrentarlas… leerles, saber que están, que existen, que son…

El resto ha venido sólo. He intentado tocar ciertos hilos, nunca con la pretensión de estar en lo cierto, sino con la convicción que quien deseara, corregiría y mostraría su opinión. He intentado que fuera un foro de todos.

En cuanto a la mención de los halagos, quien me conoce sabe que no me hacen falta para moverme. No, no me hacen falta. Y muchas veces he hablado de ello, de los adjetivos que me imponen, y que tan mal llevo. No voy a volver a lo mismo.

Y no hay más. Sólo eso.

Ya dije hace tiempo que la libertad de leer el blog o no leerlo, de entrar o no entrar es de cada uno. Los gustos son muy extensos, tanto que incluso yo tengo los míos. Hay cosas que leo y hay otras que no leo. Pero no confundamos las opiniones con los gustos, con el “cómo me gustaría que fuera”… El gusto es de cada uno y no necesita justificación pública. Las opiniones a favor o en contra, son opiniones, y siempre que se amparen en el respeto y las buenas formas, siempre son bien recibidas, entre otras cosas porque la razón, no es potestad de nadie, y los puntos de vista distintos son siempre enriquecedores para todos nosotros.

Ahora bien, si este blog se hunde por aburrido, por falta de interés, dejadme que sea egoísta y cínico, y siga haciendo con google, o sin google, con citas o sin citas, lo que me guste hacer, lo que me de la gana. Y si se hunde o nos aburre algún día, o si veo que no nos dice nada, al fin y al cabo, no molestará ya a nadie que haya dejado de entrar aquí.

Que el que escribe para ser seguido, malo, os lo digo yo. Sólo quiero escribir para compartir. El resto no lo busquéis, no está en este blog, ni en mí.

No perdáis el tiempo en un blog si lo consideráis cerrado, si no os dice nada. Yo no lo hago con los que no me dicen nada, no puedo compartir algo, o simplemente… no me gustan.

Es fácil, os lo aseguro. Pero no busquéis otras razones.





"La razón no existe por naturaleza, es exclusivamente fruto de la decisión”

KARL JASPERS

domingo, 23 de marzo de 2008

MUS...

Jugador1- Mus.
Jugador2- Hasta allí.
Jugador3-No quito mano.
Jugador4-No hay mus.
J1- Paso.
J2. Envido
J1-No quiero.
J3.No quiero.
J1.Paso
J2-Paso.
J3-Paso.
J4. La chica se saca sola.
J1-Pares.
J2.Llevo.
J3-No.
J4-Si.
J1-Paso.
J2-Tres.
J1-Dos más.
J3-Se ven.
J1.Juego.
J2.Juego.
J3. No.
J4. Si.
J1.Paso.
J2.Envido.
J3.Revido.
J2. No la llevas. A falta de cinco no te habías dado mus con 31.
J1.Mi compañero no se entera y no me ha visto la seña.
J2.Órdago, que si no os salís.
J1.Venga.
J2. Joer… la llevaba.

El viernes fue un gran día. Fuimos y vinimos en el mismo día a Brazacorta. Y como no, hubo partida de mus. Un burgalés, un catalán, un vasco y mi menda, un madrileño.
Empate a una vaca, y la del desempate, yendo 2-2, la perdimos a falta de tres piedras.

¡Vaya vocabulario! Perdonadme.

Me gusta jugar al mus, es un juego entretenido, de estrategia, de verdades y mentiras… es al único que juego, desde que lo aprendí allá por el instituto, sí, cuando las huelgas…

No hay nada como una partida, donde no se juega nada, ya que habiendo perdido o ganado los pacharanes, cafés y demás copas, los pagamos entre peleas porque todos quieren pagar.

Se disfruta el momento, meses sin vernos, reunidos ante una mesa, donde se despliegan las astucias y los sanos engaños…

Es un juego de cartas extraño para los profanos. Hay quien se pone junto a una mesa donde se juega, y nunca se entera de nada. Cuando alguien te enseña, te introduce en un mundo entretenido, en una especie de logia del juego, donde los que saben quedan dentro y los que no, no se enteran.

¿Sabéis jugar al mus? ¿Envidáis mucho a la vida o sois siempre de órdagos?

martes, 18 de marzo de 2008

MUSAS...


La Musa (1935) de Pablo Picasso



Oh excelente musa, diosa inspiradora de la mañana o bien, divinidad de la noche, donde en el silencio del espacio consigue parar el tiempo que late en tu mente…

Acaso eran tres musas en los comienzos, con atributos en la flauta, la lira o el bábito, y luego fueron nueve… y fue Platón el que se atrevió a añadir la décima poniéndola nombre en la figura de la poetisa Safo de Lesbos.


“Oh musas, oh altos genios, ayudadme!¡Oh memoria que apunta lo que vi,ahora se verá tu auténtica nobleza!”

Dante, La Divina Comedia, Infierno II


Roma, el Renacimiento y el Neoclasicismo, consiguieron asociarlas con sus nombres:

Calíope para la poesía épica, con estilete, y a veces con un pergamino.
Clío, sentada y protegiendo la historia.
Erato, con su lira, cantando a la lírica y poesía amorosa.
Euterpe, para la música, con una flauta.
Melpómene, la tragedia con una máscara.
Polimnia, la más seria para la poesía sacra.
Talía, para la comedia, con otra máscara.
Terpsícore, musa de la danza.
Urania, musa de astronomía y astrología.


¿Habéis tenido vosotros alguna musa en la vida? ¿O pensáis que la inspiración ya no para crear algo sino para tomar un camino, viene sola?

Qué sería de poetas y de bardos sin la protección de las proféticas musas. Qué cantos les llegaría a los románticos que no sabrían dirigir sus versos o sus prosas ensalzadas. Qué tristes y callados serían los versos descabezados, sin dirección, sin origen, sin contenido apenas para el que los intenta arrebatar de la nada.


“Quién me diera una musa de fuego que os transporte al cielo más brillante de la imaginación; príncipes por actores, un reino por teatro, y reyes que contemplen esta escena pomposa”

Shakespeare, Enrique V


Extraña razón para escribir, componer, plasmar algo de la nada. Escondido lugar quizás para obtener lo bello, lo pulcro y lo agraciado para el oído, la vista o el sentido ajeno, pero siempre acompañado de un estímulo.

Pero ya, llegado el momento, ¿podemos decir adiós a nuestra musa? ¿Llegaremos a ser tan desagradecidos?

En fin, cada uno sabrá cómo decirle adiós a su musa, incluso con una canción…

http://es.youtube.com/watch?v=XSKJk-Q5oTs

Yo, creo que sí os diré adiós a vosotros, volveré al menos con nuevas piedras el lunes, después de algunas torrijas. Si pasáis el viernes por el mojón de Burgos y Soria, en Brazacorta, quizás nos tomemos un ribera de bodega, y si no es así, tened cuidado con los caminos, la vida no merece dejarla en cualquiera de ellos.

Besos y abrazos…


domingo, 16 de marzo de 2008

RUTINA...

La vida puede llegar a una metamorfosis callada, a un estar para siempre, a un dejarse llevar, vivir, y convertir el día a día en un argumento de marionetas cuyos hilos ya os han atado.

Rutina hecha rito…

Querencia de vida de autómatas…

La rutina en si ya es un préstamo, del francés routine, cuyo simple camino es marchar ya por un lugar conocido.

Cuando la rutina se hace costumbre ya nada es igual, pero todo es igual. Las personas ya no son personas y pasan a ser parte del mobiliario. La visión del que nos quiere es la visión del que realiza un inventario. Estamos en un lista fría, calculada, y somos parte de su todo, de su mundo, de su falsa esperanza.

Si lo que fue ya no lo es, no miréis a otro lado, es a vosotros a quienes os pasa. Nadie vendrá.

Nadie os dirá lo que tendréis que hacer. Si deseáis permanecer seréis unos valientes, si deseáis saliros de ese catálogo seréis más valientes aún.

¿Os habéis ya anquilosado? Dejad de ser rutinarios de la vida, y cogedla con vuestras manos, comprobad que es algo sólido, algo sentido y no dejéis que una vez en la palma de la mano, se os escape entre los dedos como arena, como agua, como nada.

Y qué decir, sino con un canción… os la pongo medianamente traducida. Escuchadla. Yo lo hice muchas veces…

Love will tears us apart, JOY DIVISION.

Cuando la rutina aprieta,
y las ambiciones están por los suelos,
y el resentimiento cabalga fuerte,
las emociones no crecen.
Y al cambiar nuestros caminos,
tomando carreteras diferentes.
El amor, el amor nos destrozará otra vez.

¿Por qué la cama está tan fría
en el lado en el que tú estás?
¿Soy yo el que no está a la altura?
¿Hemos perdido el respeto mutuo?
Todavía queda algo de atracción,
que hemos mantenido a lo largo de nuestras vidas.
Amor. El amor nos destrozará otra vez.

¿Gritas todos mis errores
cuando estás durmiendo?
Tengo un sabor en la boca.
Mientras la desesperación aguanta.
¿Es eso algo bueno?
¿No podrá funcionar nunca más?
Cuando el amor,… el amor nos destrozará otra vez.

Y siguieron cantándola…

jueves, 13 de marzo de 2008

TORRIJAS...




Dice el “Diccionario Gúerbano” que, “tener una torrija en to lo arto” es andar por la vida atontado, despistado… y digo yo, ¿será elegido tener la torrija?.

Pienso que el que la tiene no ha de darse cuenta, porque si va con la torrija despistado pero adrede… ¡Ole sus co...!... mil perdones.

También Torrija es un personaje de don Carlos Arniches que campea en “La Señorita de Trévelez”.

Pero lo que yo recuerdo es un olor de la infancia. Esa cocina friendo en humeante aceite, grandes trozos de pan mojado en leche, y ese almíbar de vainilla donde se reposaban hasta ser consumidas…

No hay dos casas, dos sitios o dos madres, que hagan las torrijas de igual forma. Y a mí me gustaban mucho aquellas.

En cuestión de mojarlas hay mil maneras, ya que el mojar en sí tiene sus formas. (A ver que me estáis pensando).

Las hay casi siempre de pan parecido, pero luego, el baño es distinto. Dicen que en Castilla se moja en leche, dicen que en el Sur, se moja en vino. Luego los hay que remojan en azúcar sólo, otros en azúcar y canela, en ocasiones se sumergen en delicioso almíbar, como el hervido con vainilla en rama.

Pero yo todas me las como. Soy un tripero, un goloso un desalmado del dulce, y el fin de semana está cerca. Luego, ¿por qué no nos decís vuestra receta? No para sólo mojar, sino para endulzar pan, aceite, y sonrisas.

martes, 11 de marzo de 2008

11 DE MARZO...

Decía el otro día Fernando Savater, que no hay hombre más peligroso que aquel que cree tener la razón.

Cualquier razón que sirve para atacar al que queda fuera de su redil, al que no comulga, no comparte y no sigue a la razón impuesta, no hace de su razón una buena razón.

Si se esclaviza, daña, hiere e incluso mata, en base a una razón, deja la humanidad a un lado para acercarse a extraños instintos, a inútiles cuestiones, en resumen, a la nada.

Se mata por una idea, por una política, por una bandera, por una frontera, por una religión, y total, ¿para qué? ¿Para imponerla?

Qué animales son aquellos que se denominan hombres, que se llaman seguidores, que se autodenominan los únicos que creen, los que dicen amar más el suelo que los demás pisamos o a un trapo de diferente color o a un himno de patética melodía.

Recuerdo aquel día. Viajé hasta mi trabajo como si nada. De nada me enteré hasta entrar por la puerta. Viajaba a la misma hora que muchos seres cuyo castigo era levantarse por las mañanas para ir a trabajar, para ser, para vivir… y recuerdo la dura espera de los que llegaban tarde, la angustia de saber de alguien, la tristeza de saber después a quien habías perdido.

Razones… Ellos tenían sus razones… Razones para utilizar la muerte certera, simplemente, porque tenían ideas, otras ideas…

No quiero saber las razones, sus razones. No me importan. Ya no.

Tienen un derecho asumido a matar, a matarse matando, a descargar su ira ya no con los infieles, sino aleatoriamente entre los que ellos ya no consideran merecedores de la vida, aunque sean sus propios vecinos.

¿Qué idea política o religiosa merece el fruto de una vida? Ninguna.

Matar porque sí. Por razones.

domingo, 9 de marzo de 2008

POSTRIDIE...

Y aconteció...

Os dejo en el márgen algunos fotos, habrá más.

Éstas me las ha adelantado mi sobrino...

Quiero dar las gracias por vuestro apoyo, tanto a los que lo hicisteis con vuestra presencia, como a los que lo hicisteis en este blog, en la distancia.

Muchas gracias, de veras.

http://picasaweb.google.es/DIOGENESGENES/PRESENTACIONELRETIRODEDIOGENES

jueves, 6 de marzo de 2008

LA FECHA...

Como inexorable titulo, como los que aparecen en la película de El Golpe, al final llega… la fecha.

¿Estás nervioso?... digamos que es la pregunta que más me repiten en los últimos días.
Y la verdad, aun siendo una persona nerviosa, diré que no. No son nervios lo que me invade. Es una cierta ilusión por estar junto a gente conocida y desconocida, en poder compartir una mirada, una palabra o una sonrisa.

Ayer tarde, le dije a mi hija: ¿Sabes cómo me siento?

Ella escudriñaba su último hallazgo del Youtube. Ha aprendido a poner las palabras que se acuerda y a que internet le devuelva un video de música. Pues bien, cuando le hice la pregunta ella escuchaba Tainted love de Soft Cell http://es.youtube.com/watch?v=vA-Vwmdiucw
Y me contestó: a ver… ¿cómo?
Y yo le dije: algo así. Y le puse esto http://es.youtube.com/watch?v=gHJCdWyKY7U

En fin, aproximadamente 70 temas después del primer tema de este blog, donde anunciaba el registro del engendro, tengo en cuestión de horas que presentarlo. Hoy lo he tenido en mis manos, lo he abierto, he empezado a leer y me he dicho… no me lo creo.

Parece que los caminos llegan a algunos sitios. Aunque yo todavía sea un incrédulo.

Os doy las gracias por ayudarme a llegar.

Besos y abrazos para todo el mundo.

P.D. La invitación de arriba es sincera. Os espero.

martes, 4 de marzo de 2008

POSESIÓN...


"Escultura de Igor Mitoraj. Fotografía de Gisleno Fernández


¿Tenemos derecho a poseer algo para siempre? ¿Y si ese algo, es una persona?

La posesión empezaba y terminaba donde él deseaba. El déspota de la vida anulaba el resto de las vidas. Nada existía más que él.

El derecho era algo imposible. Era Dios de la clemencia, del don del perdón y del castigo, de la potestad de la carne y del alma. Nada. Nada existía más que en su balance. Y ese amor del que hablaba, ahí estaba siempre. Inmovilizado de por vida, amortizado como él quisiera, sin que ella pudiera hacer nada.

Una vez le dijo que la amaba. Y eso bastó. Fue lo necesario. Ya no hizo falta más, para que el pacto perdido por ella, en un instante, la encadenara de por vida.

Quiero comer, la decía. Quiero que limpies, la ordenaba. Quiero tu cuerpo, reclamaba. Y mientras, el tiempo pasaba, y todo alrededor de la escena era inmune a lo que ocurría. Y nadie se daba cuenta, nadie pensaba, todo lo contrario, la visión era tranquila, sosegada, sin cambios en el rumbo. Y todos miraban, y a la vez exclamaban adorando la tutela, las buenas formas, lo que se veía desde fuera: ¿Habéis visto que buena pareja?

Dentro era el infierno. No, no el infierno en contra del paraíso. Era más bien el desierto del deseo, donde su alma vagaba, se perdía donde sólo él gobernaba.

Aquel triste viaje al vacío, terminó de repente.

Yacía muerta. Tranquila. Callada. Por fin libre del tirano de su alma.




Mía: así te llamas.
¿Qué más armonía?
Mía: la luz del día;
Mía: rosas, llamas.
¡Qué aromas derramas
en el alma mía
si sé que me amas,

oh Mía!, ¡oh Mía!
Tu sexo fundiste
con mi sexo fuerte,
fundiendo dos bronces.

Yo, triste; tú triste...

¿No has de ser, entonces,
Mía hasta la muerte?

Rubén Darío

domingo, 2 de marzo de 2008

INMORTALIDAD...

La vampira de Munch



El no morir, el vivir para siempre, perdurar, vencer al tiempo, un deseo humano desde el comienzo de los tiempos.

Fuentes de eterna juventud, aguas milagrosas o estudio de la longitud de los telómeros en los extremos de los cromosomas, luchar contra los radicales libres oxidantes de nuestras células. Todo para conseguirlo, para investigar la razón e impedir que el paso del tiempo venza a nuestro cuerpo.

¿Y si lo descubriéramos? ¿Cómo sería nuestra vida? ¿Sería un tipo de condena?

Podemos acudir también a la fantasía. Convertirnos en eternos chupadores de sangre ajena, hacernos inmortales sólo con unos pequeños impedimentos: nocturnidad (que puede estar bien), no comer ajos y alejarnos de los crucifijos (esto está últimamente extendido)…

También podemos hacer un pacto con el diablo, y ser… inmortales. Pero, ¿estamos seguros de desearlo? Ver cómo nuestros hijos, nuestros amigos, mueren mientras los demás subsistimos. Ver cómo nos quedamos solos en la eternidad.

¿Os gustaría la inmortalidad?

Escuchad esta canción mientras lo pensáis,



http://es.youtube.com/watch?v=Zo52T7uKOJU



“Who wants to live forever”, QUEEN

Theres no time for us

Theres no place for us

What is this thing that builds our dreams

yet slips away From us


Who wants to live forever

Who wants to live forever....?

Theres no chance for us

Its all decided for us

This world has only one sweet moment

set aside for us


Who wants to live forever

Who wants to live forever?

Who dares to love forever?

When love must die.


But touch my tears with your lips

Touch my world with your fingertips

And we can have forever,

And we can love forever,

Forever is our today

Who wants to live forever

Who wants to live forever

Forever is our today

Who waits forever anyway?