Mi lista de blogs

jueves, 28 de febrero de 2008

BANQUETE...

No nos fijaremos en el banquete organizado por el poeta Agatón para celebrar sus victorias en las fiestas Leneas. Y no nos centremos en los posteriores elogios a Eros, por mucho que Fedro lo tenga en su mente. No, no limitemos el tema de hoy a después de los postres.

Pensemos sólo en el ágape, que no agapé (del que otro día hablaremos).

Empecemos ya la fiesta, la celebración, la semana ígnea donde dentro de siete días quizás me queme. Ya queda menos. Dejad que la gula nos invada, nos corroa el alma. Olvidad dietas y sermones, adelgazamientos y cualquier otra flaqueza. Hoy, por un día, pensemos sólo en comer.

Y digo yo, ¿dónde os planteo el juego?

Bien, establezcamos jornadas interminables donde cada uno de vosotros será el anfitrión, y como tal y único deber será agasajar al resto con comida. Pensad que tenéis despensas llenas, neveras hasta arriba, y vuestro único requerimiento es hacer, lo que deseéis hacer, sólo con vuestras manos.

Empezaré yo, antes que alguien me pida que me moje.

¡Qué me perdone doña Cuaresma!

Sólo habrá brasas, carne y buen vino. Ensaladas de piquillos, cangrejos de río en salsa, alguna seta a la plancha, mientras, se hace lo único. Ya se quema el sarmiento, las piñas, y alguna que otra madera, ya se forman las ascuas… y encima, careta de cerdo, costillas, chuletas, morcilla, chorizo y panceta. En el medio algo de verde, lechuga y cebolla y algún tomate para dar color. Y mientras, qué va a ser sino… Ribera.

Bien, este será mi ágape para vosotros, ¿os atrevéis a narrar el vuestro?

Ahora, os dejo con unos versos de protesta femenina ante la pretensión que navega en la incomprensión masculina, y donde, por cierto, se habla de un banquete,


“Tú me quieres blanca” Alfonsina Storni (1892-1938)

Tú me quieres alba,
me quieres de espumas,
me quieres de nácar,
que sea azucena
sobre todas, casta.
De perfume tenue,
corola cerrada.

Ni un rayo de luna
filtrado me haya.
Ni una margarita
se diga mi hermana.
Tú me quieres nívea,
tú me quieres blanca,
tú me quieres alba.
Tú que hubiste todas
las copas a mano,
de frutos y mieles
los labios morados.

Tú que en el banquete
cubierto de pámpanos
dejaste las carnes
festejando a Baco.
Tú que en los jardines
negros del Engaño
vestido de rojo
corriste al Estrago.

Tú que el esqueleto
conservas intacto
no sé todavía
por cuáles milagros,
me pretendes blanca
(Dios te lo perdone),
me pretendes casta
(Dios te lo perdone),
¡me pretendes alba!

Huye hacia los bosques,
vete a la montaña;
límpiate la boca;
vive en las cabañas;
toca con las manos
la tierra mojada;
alimenta el cuerpo
con raíz amarga;
bebe de las rocas;
duerme sobre escarcha;
renueva tejidos
con salitre y agua;
habla con los pájaros
y lévate al alba.

Y cuando las carnes
te sean tornadas,
y cuando hayas puesto
en ellas el alma
que por las alcobas
se quedó enredada,
entonces, buen hombre,
preténdeme blanca,
preténdeme nívea,
preténdeme casta.

martes, 26 de febrero de 2008

VANIDAD...

... de El Principito (Antoine de Saint Exupéry)


La vanidad es una excesiva confianza que nos hace colocarnos por encima de la capacidad de otras personas.

Es un orgullo de cosas vanas, una religión particular en la que muchos creen y se idolatran a si mismos.

La leyenda nos habla de Narciso, hermoso joven enamorado de si mismo al ver reflejada su imagen en las aguas de una fuente, que acabó en el agua, donde creció la flor que lleva su nombre.

Freud nos habló también de una edad muy temprana en los niños en la que se enamoran de si mismos.

Y Nietzsche también escribió: "La vanidad es la ciega propensión a considerarse como individuo no siéndolo..."

¿Acaso pensáis que sirve para algo la arrogancia?




* * *



-¡Ah! ¡Ah! ¡Un admirador viene a visitarme! –Gritó el vanidoso al divisar a lo lejos al principito.
Para los vanidosos todos los demás hombres son admiradores.
-¡Buenos días! -dijo el principito-. ¡Qué sombrero tan raro tiene!
-Es para saludar a los que me aclaman -respondió el vanidoso. Desgraciadamente nunca pasa nadie por aquí.
-¿Ah, sí? -preguntó sin comprender el principito.
-Golpea tus manos una contra otra -le aconsejó el vanidoso.
El principito aplaudió y el vanidoso le saludó modestamente levantando el sombrero.
"Esto parece más divertido que la visita al rey", se dijo para sí el principito, que continuó aplaudiendo mientras el vanidoso volvía a saludarle quitándose el sombrero.
A los cinco minutos el principito se cansó con la monotonía de aquel juego.
-¿Qué hay que hacer para que el sombrero se caiga? -preguntó el principito.
Pero el vanidoso no le oyó. Los vanidosos sólo oyen las alabanzas.
-¿Tú me admiras mucho, verdad? -preguntó el vanidoso al principito.
-¿Qué significa admirar?
-Admirar significa reconocer que yo soy el hombre más bello, el mejor vestido, el más rico y el más inteligente del planeta.
-¡Si tú estás solo en tu planeta!
-¡Hazme ese favor, admírame de todas maneras!
-¡Bueno! Te admiro -dijo el principito encogiéndose de hombros-, pero ¿para qué te sirve?
Y el principito se marchó.
"Decididamente, las personas mayores son muy extrañas", se decía para sí el principito durante su viaje.


Antoine de Saint Exupéry “El principito”

domingo, 24 de febrero de 2008

NANAS...

Una nana es una canción de cuna. Una melodía dulce que hace que los niños se tranquilicen y se duerman. Un ritmo suave y relajante que les arrulla hasta dejarlos plácidamente dormidos.

Hay una palabra francesa, berceuse, que significa a la vez nana y cuna. Los compositores clásicos adoptaron este nombre para varias de sus melodías. Chopin, Brahms, Liszt, compusieron algunas.

A lo largo de la vida hemos asociado nuestras tranquilidad, nuestro sosiego a oír ciertas canciones o músicas que nos sumergen en la paz, en el sueño.

El otro día mi hija se quedó extasiada, embriagada ante el ordenador, escuchando una canción. Aquella que le cantaba su madre cuando era muy pequeña: Aquarela, de Toquinho.

http://es.youtube.com/watch?v=tCmHhLMpgrc


Pienso que todos nosotros tenemos una canción que nos relaja, que nos para, que nos separa de la vida meciéndonos como si estuviéramos en la cuna. ¿Os acordáis de cuál es la vuestra?

En la poesía también encontramos nanas. Aquí os dejo alguna.


Nanas de la cebolla de Miguel Hernández.

La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.
Una mujer morena
resuelta en luna
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te traigo la luna
cuando es preciso.
Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en tus ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que mi alma al oírte
bata el espacio.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
La carne aleteante,
súbito el párpado,
el vivir como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!
Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.
Ser de vuelo tan lato,
tan extendido,
que tu carne es el cielo
recién nacido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!
Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.
Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.
Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa ni
lo que ocurre.

viernes, 22 de febrero de 2008

MIRAR A OTRO LADO...

Kevin Carter (Premio Pulitzer, 1994)

Mirar a otro lado…

Hay varias formas de mirar a otro lado.

Cuando nos informan de una calamidad y nos calma simplemente en pensarla lejos.

Cuando vamos por la calle y no queremos apreciar a un hombre que cae al suelo, o una anciana necesitada de fuerza.

Cuando el temor nos camufla el alma y nos convierte en cobardes de lo que nos rodea, como si no fuera con nosotros.

Cuando la visión de un accidente nos hace pensar que el auxilio es cosa de otros.

Cuando vemos el hambre en niños que no son nuestros y simplemente nos acostumbramos a verlos.

Cuando las tristes noticias del telediario nos crean capas de buen callo haciéndonos insensibles.

Cuando vemos la solución en manos de los otros.

Cuando solo pensamos en el “hay que hacer” pero nunca hacemos.

Y luego hay otra más extraña forma de mirar a otro lado. Esa que nos sirve para auto convencernos. Para ser los adalides más honestos de la razón que los demás, según nosotros, nunca tienen: “mi hijo no aprueba la asignatura porque le tienen manía…” , “mi hijo no miente nunca”, y muchas más.

¿Hay alguien que sepa cómo NO se mira a otro lado?

Buen finde.

martes, 19 de febrero de 2008

GENEROSIDAD...

La generosidad es un buen hábito que consiste en dar y entender a los demás. Y se manifiesta en tiempo, trabajo o dinero sin esperar nada a cambio, o alguna recompensa.

La tradición talmúdica nos habla de la generosidad con que Abel ofreció a Dios las mejores ovejas de su rebaño, por encima de la obligación con que Caín trató su ofrenda. Primer ejemplo donde nos damos cuenta de lo mal visto de este hábito.

La generosidad también la apreciamos en las cosas. Un vino generoso es el que es alto en graduación de alcohol. Pero es en las personas donde definimos una actitud.

Dicen que el generoso es bueno, humano, benevolente, noble, desinteresado… en resumen, difíciles características para apreciarlas en nuestra sociedad.

Y antes de leer a Cicerón, no me digáis si sois generosos, decidme si al menos, alguna vez lo han sido con vosotros…

"Conviene , por una parte ser generoso cuando se da y, por otra, no mostrar dureza en reclamar lo que nos deben, y en toda suerte de transacciones cuando vendemos, cuando compramos, cuando damos o recibimos un alquiler, en las relaciones de vecindad en la ciudad y en le campo, manifestarse ecuánime, afable, dispuesto a ceder en muchos casos de su propio derecho, manteniéndose siempre en lo posible y más que en lo posible alejados de los pleitos. Renunciar un poco al propio derecho no solamente es generosidad, sino muchas veces también ventajoso. Pero hay que tener en siempre en cuenta la hacienda familiar, porque ciertamente dejarla arruinar es algo vergonzoso; hay que proceder de forma que se eviten en todo momento las sospechas de avarientos y de miserables. El poder ser generoso, sin despojarse del patrimonio, es ciertamente el fruto mayor de la riqueza"

Cicerón 106 a.C. -43 a.C. (Fragmento de "Sobre los deberes")

domingo, 17 de febrero de 2008

GENIO...

- ¿A quién crees que te pareces más? – Le preguntó mi mujer a la niña.
-A mi padre- contestó ella.
-¿Por qué?
-Porque mi padre tiene el mismo genio que el capitán Garfio. (Lo siento Tinkerbell)

Esta conversación fue verídica.

Dicen que los hijos heredamos ciertas características, innatas, de nuestros padres, otros dicen que sencillamente es un comportamiento educado después de muchos años de convivencia y otros que simplemente puede ser una casualidad en la construcción individual de la persona.

El caso es que mi hija, se parece a mí, y ya no físicamente. Y he podido comprobar que desde que era muy pequeña, había ciertas características que ya tenía, y una de ellas era el genio. Genio que no le dio tiempo a aprender y ya lo poseía.

Yo, he deseado durante años no parecerme a mi padre. No ser un padre como fue él aunque quizás llegue a serlo peor. Pero muchas veces pienso si la genética en el fondo te ha grabado, te ha definido, y la impronta no deseada puede yacer en mí. Claro que, mi hija puede que dentro de unos años, me vea como el peor ejemplo, ya sabéis que esos años, llegan, entre otras cosas, porque a nosotros nos llegaron.

Pero genio, también es un ser fantástico de la literatura semítica que en ocasiones atacaba el hombre y en otras le ayudaba.

“ En ese momento se oyó un fuerte ruido.

Era el brujo que hacia rodar una roca para bloquear la entrada de la cueva.

Una oscuridad profunda invadió el lugar, Aladino tuvo miedo. ¿Se quedaría atrapado allí para siempre? Sin pensarlo, recogió el anillo y se lo puso en el dedo. Mientras pensaba en la forma de escaparse, distraídamente le daba vueltas y vueltas.De repente, la cueva se lleno de una intensa luz rosada y un genio sonriente apareció.

-Soy el genio del anillo. ¿Que deseas mi señor?

Aladino aturdido ante la aparición, solo acertó a balbucear:

-Quiero regresar a casa.

Instantáneamente Aladino se encontró en su casa con la vieja lámpara de aceite entre las manos.Emocionado el joven narro a su madre lo sucedido y le entregó la lámpara…”.

(De Aladino y la lámpara maravillosa)


Venga, está bien. Un día es un día. ¿Qué deseo le pediríais al genio?

viernes, 15 de febrero de 2008

SUSPIROS...


El puente de los Suspiros esta muy cerca de la Plaza de San Marcos, en Venecia.

Sirve de unión, sobre el Rio di Palazzo, a la antigua prisión de la Inquisición y al Palacio Ducal. ¡Qué triste camino!

Es una estructura barroca, del siglo XVII, que da nombre a los suspiros de los prisioneros que desde aquí sentían por última vez la libertad.

El suspiro es una aspiración prolongada y profunda a la que sigue una espiración, que expresa pena o deseo…

Un suspiro también es un corto espacio de tiempo, al igual que también lo utilizamos para indicar que una persona es muy delgada. Suspiramos durante toda la vida impulsados por el alivio o la tristeza o el querer. Parece que se nos encoge el alma y se libera en la misma acción.

Podemos suspirar hasta que llegamos al último suspiro, luego, ya no hay más.

¿Recordáis por qué suspirasteis la última vez?




“Los suspiros son aire y van al aire!
¡Las lágrimas son agua y van al mar!
Dime, mujer, cuando el amor se olvida
¿sabes tú adónde va?”

Bécquer.

martes, 12 de febrero de 2008

14 DE FEBRERO...

Hace ya unos meses me embarqué en este blog que, día sí, día no, he intentado fluyera por estos mundo cibernéticos.

La verdad es que siempre he dicho que la consistencia de un blog la dan las personas que pasan por él, no el que tira la piedra con un tema, que no llega a ningún sitio si éste no es comentado. Por ello os doy las gracias.

El primer tema de este blog fue un anuncio. Contaba que había terminado un engendro al que había puesto nombre en el registro. Meses después, ese engendro particular cuyo ámbito en ningún momento pensé sacar del círculo familiar y de amigos, se ha hecho más grande. Hasta el punto que verá la luz en la forma que podéis ver arriba.

El lunes pusieron fecha a lo escrito. Fecha en la que aparecerá algo que ni siquiera me atrevo a pronunciar su nombre. Le llaman libro. Palabra que me sigue pareciendo muy grande.

Esto lleva implícito algo más. Aquel que os ha acompañado desde hace varios años en multitud de blogs bajo el pseudónimo de Diógenes, ya tiene nombre. De hecho ya lo tenía, pero ahora ya no puedo ocultarlo.

Sólo puedo decir que es un placer compartirlo, descubrirlo, aunque Diógenes mientras escriba, lo dejará a un lado.

Lo que veis arriba es una invitación. No necesito decir que ese día me gustaría compartirlo con quién desee, y que a esa hora y en ese sitio, además de nombre, Diógenes tendrá apariencia y voz. Pero os puedo asegurar, que es lo de menos.

Sigo por tanto con la idea de tener aquí un punto de encuentro, como dije durante estos meses, para todo el que quiera entrar, leer, participar o desaparecer cuando lo desee. Sí os puedo decir que durante este tiempo, me conjuré para no tener que cortar ninguna opinión, para que la libertad fuera la adecuada, y en cierto modo, el despropósito y las malas formas fueran aisladas por si solas, sin censura, como así ha sido. Os doy las gracias a todos.

Y fuera ya de explicaciones y ocultismos, y como el día 14 es lo que dicen que es, os contaré que hace días en unos foros que visito, propusieron escribir una carta de amor a un Nick desconocido por parte de todas las damas y caballeros que allí andábamos registrados. En ella debiéramos poner las pistas suficientes para que a quién fuera dirigida lo descubriera dentro del anonimato general.

A mí, me asignaron por sorteo una dama, al igual que yo también fui asignado. Las únicas pistas eran lo escrito por cada uno en el pasado, y los datos que hubiera en su blog.

Antes de copiar aquí esa carta, os pregunto: ¿Habéis escrito alguna carta de amor en vuestra vida, o sólo utilizáis la palabra oral junto a vuestra mirada?

CARTA DESDE LA LEJANÍA...

Dicen que el viento que acaricia tu pelo es el mismo, que el aire que respiramos es el mismo, y que la lluvia y los charcos son húmedos cuando decidimos no llevar un paraguas, ni botas, y sonreír perdidos por un camino.

Parece que estamos cerca, y en cualquier momento unidos, pero es un falso espejismo.

Hace tiempo que busco una razón en el cielo, una respuesta en mis estrellas, en esas noches oscuras sin luna donde todo se puede pedir, donde todo se puede soñar. Hace unos días miré a Casiopea y sonreí pensando en una solución. Si conseguía ver mi estrella favorita, y pensaba que tú la estabas viendo, sería una forma de estar más cerca de ti. Busqué las brillantes Dubhe, y Merak, las uní con una recta imaginada, y continué por ella. ¡Ahí está mi estrella! La estrella del rumbo del deseo, de la pasión, de la esperanza, la estrella polar del norte que nada deja escondido, que nada pierde.

Pero hoy estoy triste.Me han revelado una sinrazón, un no querer, un increíble. Me dicen que tú no puedes ver mi estrella, que nunca podrás mirarla por mucho que quieras.

Y yo me pregunto, ¿dónde te escondes? ¿por dónde paseas que ni puedes ver mi estrella?

Ahora sólo tengo tus palabras, las hago mías cada vez que las leo, y pienso que eres única. Me acuerdo de aquel buen hombre de dulces palabras que vivió en tu tierra y dijo aquello de: uno está enamorado cuando se da cuenta que otra persona es única.

Y quiero decirte que no estás sola. Que aunque mi estrella no puedas ver, tienes también en el cielo, allá en el sur, estrellas que guiarán tu rumbo, tu camino lleno de rincones escondidos, que te harán muy feliz. Así lo deseo.

Sé que la vida te ha obligado a esperar, como todos esperamos. Que ha sido cruel contigo en ocasiones. Pero desde mi distancia, lo único que puedo decirte es que no esperes. La vida no está para esperarla. Vívela intensamente. Corre por ella con deseo, con pasión, con confianza. Y si algún día estás triste, recuerda que hubo una vez un perro que Zeus regaló a Europa, y que más tarde convirtió en piedra, y le puso como constelación, tras Orión, el cazador, y piensa que ese lugar puede ser el paraíso de aquel entrañable ser que tú sabes, y llevaba el nombre de la fiel tejedora que siempre esperó a Odiseo.

Un beso, para vos.

domingo, 10 de febrero de 2008

OTRAS ÁNIMAS...

“Mientras duraba el camino, Alonso narró en estos términos la prometida historia:-Ese monte que hoy llaman de las Ánimas, pertenecía a los Templarios, cuyo convento ves allí, a la margen del río. Los Templarios eran guerreros y religiosos a la vez. Conquistada Soria a los árabes, el rey los hizo venir de lejanas tierras para defender la ciudad por la parte del puente, haciendo en ello notable agravio a sus nobles de Castilla; que así hubieran solos sabido defenderla como solos la conquistaron.Entre los caballeros de la nueva y poderosa Orden y los hidalgos de la ciudad fermentó por algunos años, y estalló al fin, un odio profundo. Los primeros tenían acotado ese monte, donde reservaban caza abundante para satisfacer sus necesidades y contribuir a sus placeres; los segundos determinaron organizar una gran batida en el coto, a pesar de las severas prohibiciones de los clérigos con espuelas, como llamaban a sus enemigos.Cundió la voz del reto, y nada fue parte a detener a los unos en su manía de cazar y a los otros en su empeño de estorbarlo. La proyectada expedición se llevó a cabo. No se acordaron de ella las fieras; antes la tendrían presente tantas madres como arrastraron sendos lutos por sus hijos. Aquello no fue una cacería, fue una batalla espantosa: el monte quedó sembrado de cadáveres, los lobos a quienes se quiso exterminar tuvieron un sangriento festín. Por último, intervino la autoridad del rey: el monte, maldita ocasión de tantas desgracias, se declaró abandonado, y la capilla de los religiosos, situada en el mismo monte y en cuyo atrio se enterraron juntos amigos y enemigos, comenzó a arruinarse.Desde entonces dicen que cuando llega la noche de difuntos se oye doblar sola la campana de la capilla, y que las ánimas de los muertos, envueltas en jirones de sus sudarios, corren como en una cacería fantástica por entre las breñas y los zarzales. Los ciervos braman espantados, los lobos aúllan, las culebras dan horrorosos silbidos, y al otro día se han visto impresas en la nieve las huellas de los descarnados pies de los esqueletos. Por eso en Soria le llamamos el Monte de las Ánimas, y por eso he querido salir de él antes que cierre la noche.”

El Monte de las Ánimas de GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER


Caronte es un genio del mundo infernal, barquero del rio Aqueronte cuya misión es pasar las almas al otro lado del rio de los muertos. Éstos en pago, deben pagar su viaje con un óbolo. De ahí la costumbre de meter una moneda en la boca de los muertos en la antigüedad.

Dicen de Caronte, que es muy viejo, harapiento, feo y con un sombrero redondo, brutal con las almas a las que obligaba a remar.

Cuando Heracles bajó a los infiernos, obligó a Caronte a golpes, con su percha, a que él remara. Caronte sufrió el castigo de estar encadenado un año por haber permitido que un viviente penetrará en el reino de los muertos, y regresara.

Heracles regresó de la muerte. ¿Habrá un camino de vuelta? ¿Tendremos que pelearnos con el barquero?¿O existirá una dimensión de fantasmas?

En la cultura moderna el tema de las apariciones simplemente se asocian al miedo, pero, en la tradición popular ánimas, fantasmas y almas en pena, están a la orden del día.

¿Haberlos haylos o haberlos imaginados?

jueves, 7 de febrero de 2008

PASIÓN...


Fotografía de ALEX KRIVTSOV

Dijo Stendhal, que el hombre que no ha amado apasionadamente ignora la mitad más bella de la vida.

La pasión es un deseo o sentimiento muy intenso. No es el sentido de pasión como sufrimiento del que hoy quiero hablar, es de la pasión amorosa, que tiene sus propios caminos, veredas distintas en cada persona que casi siempre pasan por el corazón.

La pasión es una de las grandes emociones que embargan al ser humano, y de entre ellas fue Voltaire el que definió al amor, como la más fuerte, ya que atacaba indistintamente al corazón, a la cabeza y al cuerpo.





PASIÓN de Nizzar Qabbani

Entre tus pechos hay aldeas incendiadas,
millones de fosas,
restos de barcos hundidos
y armaduras de hombres asesinados.
Ninguno de ellos ha regresado.
Todos los que pasaron por tu pecho
desaparecieron
y los que permanecieron hasta el alba
se suicidaron.




Bien, es viernes.



Un salón con grandes ventanales donde ir viendo pasar nubes y viento, donde poder mirar a lo lejos, en todas las direcciones. Donde no hay nadie más. Una chimenea encendida dando calor a cada espacio, permitiendo a los cuerpos casi desnudos danzar huidos de tibiezas y humedades. Una manta de suave piel en el suelo. Un sofá enorme y esponjoso, donde hundir el deseo. Comida y vino de buen deleite. Música paciente que tranquiliza almas. En resumen, un nido de pasión donde descubrir, bien una amada o un amado.



Pero vosotros, ¿cómo imaginaríais el escenario de la pasión?

miércoles, 6 de febrero de 2008

BUFÓN...


Don Sebastián de Morra, 1645. Velázquez

Todas las mañanas cuando bajo del metro veo la misma pintura, el mismo cuadro. La imagen de don Sebastián de Morra. Cruel oficio el hacer reír a los poderosos. Quizás su único posible oficio.

La palabra bufón viene de una gracia ajena que consistía en dejar escapar el aire de sus carrillos hinchados al tiempo de ser golpeados por la espalda. El sonido a modo de bufido, les dio este nombre.

Ya intervinieron en la Grecia antigua en las obras de Eurípides, y más tarde en Roma. En la ciudad de Pompeya (quedan vestigios), se rieron de las gracias al interpretar obras de Séneca y Suetonio. Entretenimientos de sociedades corrompidas.

Lo cruel venía por las risas y mofas que provocaban, no por sus gracias, sino por sus defectos. Aquellos seres depravados gustaban de ridiculizar a enanos y jorobados. Qué degeneración humana es reírse de sus semejantes. Qué extendida está la práctica.

El bufón en algunos casos tenía una cierta venia como dijo Napoleón: Es privilegio de los bufones decir verdades, que otros callan.

Pero es llegado ya a nuestros días, cuando en la vileza diaria, vemos sornas y aspavientos ante algún defecto humano. Qué libres nos creemos de penas. Qué perfectos.

Qué pasaría si en un bufón escarlata, nos viéramos,





SONATINA de Rubén Darío

La princesa está triste... ¿qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.

El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
Parlanchina, la dueña, dice cosas banales
y vestido de rojo piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
¿Piensa acaso en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz,
o en el rey de las islas de las rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?

¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar;
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.
Ya no quiere el palacio ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.

Y están tristes las flores por la flor de la corte;
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.
¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
¡Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real;
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal!

¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste, la princesa está pálida)
¡Oh, visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe
-la princesa está pálida, la princesa está triste-
más brillante que el alba, más hermoso que Abril!

-¡Calla, calla, princesa -dice el hada madrina-,
en caballo con alas hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con su beso de amor!

domingo, 3 de febrero de 2008

DISFRACES...

Qué difícil es ir, para algunos, sin disfraz en la vida.

Nos decimos transparentes a la vez que nos rodeamos de extrañas murallas. Nos fabricamos una coraza y nos tiramos al mundo, al camino, al devenir diario.

Tenemos un atuendo de trabajo, uno de la amistad, otro del amor... Cada uno de ellos son capas que nos cubren, que no enseñan, y que se manifiestan ante todos los que nos intentan conocer.

Y en la vida nos convertimos en camaleones de lo que nos rodea. Nos mimetizamos con lo que nos agrede, con lo que nos disgusta, con lo que nos da temor y somos hipócritas de nuestra alma.

Hay algunos que en un momento dado, aun sin ser carnaval, se han acercado a ser el bachiller Sansón Carrasco para disfrazarse de Caballero de la Blanca Luna y no ser vencido como Caballero de los Espejos. Al fin y al cabo, no es sino ser lo que no se es, para conseguir un objetivo.

Francois de la Rochefoucauld escritor francés del XVII dijo que no hay disfraz que pueda largo tiempo ocultar el amor donde lo hay, ni fingirlo donde no lo hay.

Todos somos capaces de ser Arlequín o Pantalone, en la comedia de la vida. La falsa experiencia nos enseña a no mostrarnos, a quedarnos escondidos tras una persiana que pocas veces subimos, y a muy pocos enseñamos lo oculto.

En estos mundos cibernéticos al igual que en la vida, hay quien se cubre de un extraño manto, de una piel artificial que es sentida, que intenta vivir tras una capa larga y un chambergo, libres y lejos de un Esquilache que les obligue a enseñar su verdadera cara y que demuestre que no son ellos.

Yo aun siendo Diógenes, y no en el tonel, ya en él, algo me parezco. Aunque soy de naturaleza irónica más que cínica, y vosotros ¿qué sois? ¿Sois realmente aquello que sois o simplemente aparentáis?