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miércoles, 9 de enero de 2008

MENTES ESCLAVAS...


La vida es un mundo de regalos. Muchas veces los regalos son desproporcionados, ambiguos, sin un significado material. Pero son regalos que nos hacen esclavos.

Nos bajamos un escalón en la escalera de la autoestima. Nos vemos inferiores. Miramos hacia arriba, y lo que vemos, nos obliga a callar y bajar la cabeza. Cuando esto ocurre, ya somos autómatas creados, somos seres dependientes.

La frase no nos importaría. Lo dicho sería inútil si viniera de otra boca. Pero cuando lo oímos de quien nos posee, nos sentimos cautivos, y ya no actuamos como nosotros mismos, sino como marionetas manejadas. Nos creemos alimentados por un soma particular que en lugar de hacernos felices, nos aprisiona, nos encadena a los designios de aquel al que le permitimos la tiranía. Aquel que cualquier cosa que diga, nos hará tender hacia un precipicio o hacia una falsa tranquilidad, y ya no veremos más que su camino. Nos hará sufrir todo lo que desee, nos manipulará a su antojo, y si el déspota es consciente de su arma, será el gobernante de nuestra vida.

No puedo hacer esto por el qué dirán... No puedo dejar de hacer lo otro porque mi padre, mi madre, mi hermano, no me lo perdonaría... No debo llevarle la contraria porque es mi mejor amigo... Por mucho que me deprima pasar por el aro, tengo que hacerlo porque en caso contrario me sentiré peor... No quiero ir a esa comida, pero he de ir... Tengo que aguantar estoicamente callado aquello que no le perdonaría a nadie más... Me gusta este traje que me he comprado pero mi madre me ha dicho que no me sienta bien, y ya no me veo bien, no estoy a gusto... Es una chica preciosa, pero tendré que dejar de salir con ella, porque a mi familia no les cae bien...

¿Hasta cuando vivir así? ¿Siempre? Pues, ya estamos muertos, o lo que es peor, vividos.

¿Seguís todavía siendo presos o estáis ya dispuestos a vivir?

23 comentarios:

amina dijo...

Cómo entiendo lo que has escrito hoy!!!
Veo diferencias, en esa esclavitud si no es cercana, es conocida y asumida para momentos muy puntuales. El resto del tiempo, la mayoría, se puede hacer lo que se quiera. En esos casos sabemos la verdad y los regalos no nos esclavizan, nos esclaviza la situación, que no es nuestra vida cotidiana, es nuestra forma de vivir.
Otras veces no vemos los regalos y somos manipulados al antojo de cualquier tirano sin enterarnos, engañados en esa sensación que nos crea... en esa sensación de.......... vértigo (en mi caso), pero no quiero deshacerme de esa cadena, no gracias, no me vive sino que me hace sentirme viva.

Para mi, esas son las diferencias, aunque tal vez no hablemos de las mismas cosas.

noe78 dijo...

Buenos días...
creo que como maestro de las palabras y las ideas que es mi querido Diógenes, una vez más, ha convertido en texto lo que tantas veces he sentido, lo que tantas veces he llorado...lo que tantas veces he sufrido.
Creo que esos "regalos" esclavizan más cuanto más quieres a la persona que te los hace...o quizá debería decir cuanto más necesitas el amor de esa persona, cuanto más temes perderla...
Para mi no son regalos, son engaños, son trampas, son zanahorias o migajas que te permiten momentos de felicidad pero...a qué precio???
En mi caso...iba a escribir que me hicieron creer que eso era amor....darme "premios" de vez en cuando para mantenerme cerca...como el que tiene un perrito...pero sería incorrecto decir eso, ahora creo que lo correcto es decir que me dejé convencer de que eso era amor y felicidad y...y no, no lo era!!!
Lo malo de todo esto es que consiguen que te sientas tú la culpable de todo...porque claro la otra persona se supone que te está dando lo mejor, lo que te mereces, te cuida, sólo quiere lo mejor para tí...mentira!!! sólo quiere concluir su chantaje emocional, nos hace bajar un escalón no para que estemos por debajo sino para ponernos a su altura porque en el fondo tiene un gran complejo de inferioridad y una gran inseguridad...parece que si no te someten en cualquier momento te vas a ir...
Todo eso en cuanto a la pareja...si hablamos de padres, madres, hermanos....miedo me da!!!
No sabéis las luchas que tengo en casa por cosas tan tontas como la ropa que me pongo...por supuesto mi padre odia mis minifaldas y mi madre no dice nada pero con una mirada lo dice todo...y yo...cuanto más dicen más corta es la mini....jajajaj
Me niego a sentirme esclavizada en ningún sentido...es muy sencillo a quien le guste como soy, perfecto a quien no tiene dos caminos o aceptarme (aunque siempre es posible mejorar, eso no lo niego) o seguir su camino...
Un besazo.
Noelia

Anónimo dijo...

Para mi ha sido muy dificl romper con esas cadenas. En mi caso las tenia mi madre. Me condicionaba en todo y me convencia de todo.
Gracias a Dios todo paso.

ROCIO

Silvia dijo...

Una de las primeras palabras (y el concepto) que se expresan es la palabra "NO" (Arturo podrá corregirme si no es así). Intuyo que el NO va ligado a la capacidad de reafirmarnos, de mostrar nuestra individualidad. Emplearla adecuadamente es una de las tareas más difíciles que se nos presenta en la vida. Solo nosotros somos responsables que no ser manipulados o no sentirnos manipulados. No digo que sea fácil, ni que seamos culpables (si no lo hacemos bien y nos sentimos manipulados). Solo nosotros somos "responsables". ¡Qué difícil el equilibrio entre nuestro NO y el NO del que tenemos al lado, enfrente o detrás!
Un abrazo.
Silvia

Anónimo dijo...

Está claro que no me gusta todo lo que hago, pero lo que hago lo hago queriendo.

Creo que hay que diferenciar entre las imposiciones sociales y las imposiciones personales. Todos tenemos imposiciones sociales, sino que alguien me diga si les apetecía de verdad pasar gran parte de las Navidades con su familia, o si no se han sentido obligados a veces a quedar con personas con las que no les apetecía quedar, pero con las que tienes una relación en la que no cabe el "no me apetece hoy". Eso no te esclaviza, eso es la realidad cotidiana. Tampoco nos apetece la mayoría de los días ir a currar y hay que hacerlo, nos chantajean porque si no vamos no nos pagan, ése es el mayor chantaje que hay.

Después están esas personas que se aprovechan de nuestras debilidades porque nos conocen y saben que pasaremos por el aro. Pero también hay que saber si el chantaje es real o no. No hay que ir por la vida siendo un rebelde sin causa, eso no nos beneficia en nada. Las cosas hay que hacerlas porque se quiere, está claro, pero eso es una utopía, la única manera de hacer lo que realmente quieres en cada momento es separarte de la sociedad, apartarte, convertirte en un ser autosuficiente y vivir en tu propio mundo. La sociedad misma nos esclaviza, no hay que centrarse en las personas que tenemos alrededor, ellas muchas veces sólo intentan aplicar sus propios principios a las personas que quieren, y ni siquiera se dan cuenta de que no sirven para todos por igual. Porque si realmente sabes que lo hacen a mala hostia, es de imbéciles seguirles el rollo, por mucho que los queramos. Pero creo que todos somos capaces de reconocerlos a estas alturas, ¿o no?

Un beso.

LIA

Anónimo dijo...

Tanto a Diogenes como a Noelia, felicitaros por lo bien que definis esas situaciones de "esclavizacion emocional". Me siento totalmente identificado con lo que escribis. Como algunos ya sabeis pase por una fase en mi vida en que estuve "esclavizado" por una mujer que no era mi pareja, afortunadamente las cadenas se rompieron y me pude liberar y aunque las secuelas aun duran, cada dia se atenuan mas.
Lo que no me siento identificado es con el tema "familia", para mi no supone ninguna "esclavitud", mas bien lo contrario, sin este soporte no se si mi situacion animica seria la misma.

un abrazo.

noe78 dijo...

LIA,
Supongo que somos capaces de reconocerlos...pero que eso sea así no significa muchas veces que seamos capaces de actuar en consecuencia...cuando los sentimientos, los que sean...amor, miedo, inseguridad...paralizan, uno sabe qué tiene que hacer pero no sabe cómo y cuándo hacerlo...y eso es muy difícil de superar...pero no imposible.

Kiko
No me entiendas mal por favor, yo quiero mucho a mi familia, no me supone una carga, quizá me expresé mal, pero sí es cierto que hay ocasiones en que pensando que es por tu bien terminan agobiando y queriendo controlar más de lo que sería deseable....simplemente yo tuve que educar a mami para que entendiera que soy una mujer no su "niña" y actuo en consecuencia...no puedo vivir teniendo que darle cuentas de todo, todo el tiempo....sólo eso.

Un besazo.
Noelia.

amina dijo...

Era lo mismo que dice Lia lo que quería decir yo con lo de que a veces lo que nos esclaviza es la vida cotidiana. A veces, por ejemplo mi caso, soportamos algo, a alguien, soportamos sus chantajes por otro bien mayor, por algo que queremos y ese sacrificio se nos hace pequeño.

Ayer me hacía gracia la noticia de lo que aumentan los divorcios en esta época, es normal, no solo pasas más tiempo con la pareja sino también con todo lo que la rodea, familias políticas incluidas. Yo la evito todo lo que puedo, digo NO y no me siento nada culpable, todo lo contrario, siento que tal vez esté evitando una bronca.

Yo creo que ya somos muy mayorcitos (al menos yo) para no distinguir los regalos, los sinceros, sin malas intenciones, cuando se dan plenamente y los otros regalos: las manipulaciones, los chantajes.

Pero, ¿qué ocurre cuando siendo tan mayor te gusta que te manipulen un poquito? si entras en el juego voluntariamente y te lo pasas bien, ¿quién me va a juzgar? yo misma hace tiempo que me declaré "inocente".

DIÓGENES dijo...

Amina, la esclavitud asumida, siendo cercana o no, es una esclavitud consciente y permitida. Cada caso es un mundo y cada situación no es la misma dependiendo del momento. Pero si se ven las cadenas, y se aceptan, y eso no quita sino provoca bienestar, es una felicidad asumida, y por tanto también felicidad.

Noe, muchas veces la culpa no es de esas migajas, de las pequeñas recompensas que nos hacen mantener esa dependencia. Es exclusivamente nuestra visión, no lo que miramos, sino lo que queremos ver. Hacemos del cautiverio un engaño, que nos hace creer felices.

Silvia, vas por delante de mi pensamiento. Quería dentro de unos días hablar del no, y principalmente de saber decir no, porque nada más nacer sabemos decirlo y según crecemos se nos olvida.

Lia, alguna vez me he planteado la huida de la sociedad buscando un sentido eremita y alguna vez me he planteado cambiar la sociedad desde nosotros mismos. Aún dudo.

Kiko, me alegro que el concepto familia tenga para ti un significado. He vivido durante años bajo una denominación mal construida de ese término, en la que solo me consideraba un intérprete. Ahora intento construir desde la educación de mi hija, lo que yo ya no considero una utopía, pero no es fácil.

Manqueospese, E.G.H., bienhallados.

Saludos.

Anónimo dijo...

Si tengo que ir, en plan primo de zumosol, a rescatar a alguien y a romper algunas cadenas... avisad.

Eso si, avisad con tiempo, que antes tengo que apuntarme al gimnasio y ponerme cachas ;)

Creo que la libertad es una conquista, que no nacemos libres ni de coña... que merece la pena buscarla. La búsqueda de la libertad es probablemente la cuestión que más me motiva en la vida... nunca tengo tanta como a mi me gustaría.

Anónimo dijo...

Querida Silvia: Creo que has dado en la diana.
Cuando hacemos algo que no nos gusta por agradar a otro, por que nos dejen tranquilos, por no dar un mal rato a alguien que nos importa, etc. Estamos ante una serie de razonadas sinrazones. Ejemplo: no me gusta hacer esto; pero lo hago para no contrariarle y me ponga mala cara.
Hacer algo que no queremos no es bueno; aunque sea para agradar a los demás. Reduce nuestra personalidad a la más mínima expresión y hace que nos sintamos mal con nosotros mismos. Al que le hacemos "el favor" cree que nos lo puede pedir todas las veces que quiera; ya que hemos accedido la primera vez. El equilibrio de los "noes" que propone Silvia es fundamental. pero ya se sabe, en un tema tan complejo: "Doctores tiene la Iglesía".
Tenemos que saber elegir el NO cuando haga falta y no sentirnos mal por la decisión (remordimientos) que solo conducen a que nos torturemos mentalmente y como se dice por mí tierra "me he quedao rallao".
Un saludo a todos y feliz año nuevo a los rezagados.

amina dijo...

Arturo, tu si que has dado en la diana, no se trata de decir siempre que no ni siempre hacer las cosas por los demás... hay que buscar un equilibrio. No sentirse mal con uno mismo ni por una cosa ni por la otra, creo que eso es libertad también, no hablo de felicidad sino de libertad para decir si o no.

El problema creo que existe cuando los demás se consideran tus dueños, amos y señores... dispuestos siempre los siervos a sus caprichos; esos son tiranos. Pero igual que a nosotros nos encanta que nos sigan alguna vez la corriente, que alguien ceda en algo que no le resulta placentero, solo porque sabe que nos agrada, debemos corresponder, o al menos esa es mi idea. Nadie es dueño y señor, pero la convivencia, no solo familiar sino social también se basa en una serie de normas y en ocasiones concesiones "por la buena marcha de la empresa".

Eso si, yo sigo estando atada por unas cadenas muy divertidas, que creo poder romper cuando quiera... aunque no sé si seré capaz; ni siquiera me lo he planteado. Por eso hablo con tanta alegría, porque no sé de mis reacciones en el futuro.

Anónimo dijo...

Mucha importancia se le da al "NO", pero a veces es mucho más difícil decir "SÍ". En muchas ocasiones tendemos demasiado a la individualidad y a la reafirmación y nos obcecamos en el "NO" porque pensamos que éso es lo complicado, pero no es así, lo complicado es saber decir que sí sin sentirse culpable o sin pensar que estás perdiendo una parcela de ti mismo en ello. Se trata de darnos sin perdernos.

Hoy en día la esclavitud está abolida, así que si alguien es esclavo es porque quiere. Todos tenemos libertad de elección, no me convence la opción de la obligación.

Un beso.

LIA

noe78 dijo...

Perdóname LIA pero no estoy de acuerdo en esta ocasión contigo...o al menos no es lo que yo he vivido día a día...
Para mí decir SI es lo fácil, lo cómodo aunque me haga sufrir...por qué? porque me evita remordimientos, porque me evita sentimientos de culpa, porque me evita enfrentarme a lo que realmente quiero aunque haga daño a los demás, porque muchas veces hacer lo que uno desea requiere mucha valentia, cierta dosis de egoísmo y sobre todo fuerza...y qué pena cuando uno no reune todo eso....en ese momento es fácil un SI, haces de feliz a otros y pasas a otra cosa...
Lo duro para mí es decir NO, es decir por ahí no paso, si te duele me da igual, no quiero dolor para mí aunque sufras tú, aunque no obtengas lo que quieres a mi costa....
Quiero poder decir NO te quiero, quiero poder decir NO quiero ir contigo al fútbol porque me aburre, quiero decir NO quiero comer todos los domingos por obligación en casa de tus padres o los mios, quiero decir NO me quito este vestido porque te resulte provocador a otros ojos, quiero decir NO voy a Lisboa de vacaciones porque no me gusta y me hace sentir triste y es la segunda vez que vamos porque tú quieres aunque sabes que no es de mi agrado, quiero....
Pero eso soy yo, es lo que yo siento y no lo puedo cambiar tan fácilmente.
Un beso
Noelia

Anónimo dijo...

Noe,

Por eso tú y yo somos tan diferentes.

Un beso.

LIA

Anónimo dijo...

Con respecto al tema del si o del no voy a añadir una tercera opcion en discordia que es la de "me es igual".
El definirse en "si" o en "no" puede tener sus repercusiones positivas o negativas pero el "me es igual", el no posicionarse, el "pasar de todo" es de personas con poca personalidad, personas que en esa posición estan cómodas y dejan hacer a los demás, el problema se agrava cuando, posteriormente, este tipo de persona critica la decisión tomada por el otro o otros. Encuentro mucho peor este tipo de comportamiento delante de las situaciones cotidianas que el de tomar una decision sea o no equivocada. Por desgracia, seguro que todos conocemos alguna persona asi.

un abrazo.

amina dijo...

Noe... creo que deberías buscar el equilibrio, no es que yo lo tenga, nada más lejos de mi intención que ser maestra de nada. Supongo que has oido hablar de la "asertividad" y parece que no la usas mucho, a mi me parece algo bueno, a mi me funciona a veces.

Kiko... es que esos... son un peñazo y además A MI ME CRISPAN

Anónimo dijo...

Asertividad, no conocia esta palabra, la he buscado y he encontrado esta pagina que la explica detalladamente: http://www.definicion.org/asertividad

Como decia mi abuelo: "a la cama no te iras sin saber algo mas"

un abrazo.
Kiko.

noe78 dijo...

Querida Amina,
He aprovechado el trabajo de campo de mi querido Kiko y me he culturizado un rato con las definiciones de "asertividad"...tú quieres que yo pille una depresión verdad??? jajajaja De verdad crees que no tengo asertividad???? pues me preocupa!!!
Todo lo que he planteado en mi post son cosas que me pasaron...por suerte ya no me pasan, pero cuando me pasaban, te aseguro que mi problema no era buscar o no el equilibrio, saber qué,cómo y cuándo decir las cosas...no es que yo sea tampoco maestra de nada pero creo que sé comunicarme, creo en el diálogo firmemente y soy una persona muy abierta y creo que equilibrada...mi problema era otro, mi problema era estar sometida o quizá debería decir que me dejé someter y no era capaz de saber decir NO a esa persona....luego me ha pasado por mi carácter que me cuesta decir NO a la gente que quiero cuando me pide algo o cuando esperan algo de mí porque simpre anteponía el bienestar de los demás al mio....
Si todo eso es no ser asertiva...pues nada, me lo haré mirar...
Un besito
Noelia

Anónimo dijo...

El tema de la asertividad lo tratamos en los talleres de habilidades sociales. Viene muy al caso con el post de hoy ya que es el punto intemedio entre una actitud pasiva y una actitud agresiva. Por ejemplo cuando vamos a una cafetería a tomar un café y nos damos cuenta de que la taza tiene marca de labios, podemos tomar tres determinaciones a saber:callarnos y no decir nada (comportamiento pasivo). Montar el pollo en la cafetería (comportamiento agresivo)y por último, llamar al camarero y pedir que nos ponga un café nuevo mostrándo el motivo de la petición (comportamiento asertivo).
Dependiendo de la opción elegida, podemos ver algunos rasgos definitorios de la personalidad del individuo en cuestión. La asertividad, por tanto, busca el punto intermedio entre lo pasivo y lo agresivo. Tengo que deciros que es complicado el equilibrio intermedio ya que normalmente nos inclinamos hacía algún lado de la línea (que por otra parte es lo normal). Los asertivos suelen ser poco tímidos.
Perdón por la "psico" espero que éste sencillo comentario haya aclarado algo. Un saludo

noe78 dijo...

Querido Arturo,
como dicen por el sur....ahí le has dao!!! esa soy yo, la que llama al camarero y con una sonrisa pícara le dice...perdone usted, es que este color de labios no me va con el modelito de hoy, me lo puede cambiar por un simple brillo de labios incoloro? muchas gracias salao...y todo solucionado...jajajaj
Un besazo por la aclaración.
Noelia

amina dijo...

Lo siento, Noe, para mi la asertividad no solo son las formas o habilidades sociales... algo que describe genial Arturo y la mayor parte de las definiciones que acabo de leer en el enlace de Kiko. Para mi la asertividad significa encontrarte bien contigo mismo hagas lo que hagas. Te aseguro que si me encuentro mal diciéndole al camarero lo que tu se me va a notar en la cara. Para mi no es cuestión de fingir ser quien no soy; soy una persona muy seria y ese tipo de broma está fuera de lugar en mí, produciría el efecto contrario que si pido educadamente que me cambien el café... te lo aseguro. Simplemente se que mi cara no es de buenos amigos, y si le hablo a alguien así seguro que le parece un insulto. No soy amable, soy seca, seria e intento ser educada.

Habilidades sociales y esclavitudes sociales, si, todos estamos sujetos a ellas. Pero hablamos del fuero interno, de cadenas sutiles que nos atan, que nos esclavizan; a lo que no nos atrevemos a decir si o no cuando realmente es lo que te está comiendo la sangre, lo que por dentro te hunde. Es lo que tu has contado que te ha pasado. Es en esos momentos cuando tus palabras han de ser claras y precisas y atenerte a las consecuencias del efecto que producirán en la otra persona: si quiere y me acepta, bien y si no... a otra cosa, pero sin culpabilidades, remordimientos, malos sentimientos.

No creo que eso sea para deprimir a nadie. Para mi es importante el final, casi más que el principio: sopesar las consecuencias de nuestra actuación y después "actuar en consecuencia". Si nos somos fieles a nosotros mismos podemos fallar a otros, otros nos pueden fallar, pero creo que eso hay que tenerlo claro. Y desde luego todo eso y el equilibrio no me parecen nada fácil de alcanzar.

Besos a todos.

Anónimo dijo...

A la pregunta de Diogenes respondo:
Hubo épocas de mi vida en que estuve preso de las opiniones ajenas, la peor de todas fué en la infancia. En la adolescencia empezé a reaccionar y seguí así, cada vez con más intensidad a partir de ese momento. Fuí anteponiendo mi interés personal a cualquier "influencia",— vale decir primero mi interés puntual en cada asunto específico— y de allí la conducta que seguía. Mi lema fué y sigue siendo "a los locos mejor correrlos por el lado en que disparan".
Que ha sido una actitud criticable, pués no cabe ninguna duda, pero siendo las "influencias" tan nefastas, era lo mejor que se me ocurrió. No aceptar todo lo que se me venía sín
análisis, ni tampoco negar de todo
también sin análisis. Y muchísimas veces pasar de largo sobre las
cosas. ¡Haya salúd!