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viernes, 30 de noviembre de 2007

TORTILLA...


Fin de semana, alguna caerá...

La tortilla de patatas o tortilla española o tortilla de papas, es una tortilla de huevos con patatas fritas. También lleva cebolla, dependiendo de la zona o del gusto.

Las patatas más que fritas deben estar cocidas en el aceite, y se deben dejar en remojo con el huevo batido un buen rato antes de intentar cuajar la tortilla...

Dicen que fueron los conquistadores españoles los que la trajeron de América, y que antes de llamarla patata, la llamaron batata y papas... aunque cambiaron papas por patata para no ofender a los papas... del Vaticano...

Ni César, ni Alejandro, ni los Reyes Católicos, supieron nunca lo que es un bocadillo de tortilla de patatas... los pobres...

Nadie hace de la misma forma una tortilla de patatas... y al igual que otros guisos, la separación para bien, o la pérdida trágica de una persona, también nos aleja de sus sabores, sus trucos, su toque... dejándonos sólo un recuerdo...

En cuanto a variantes, es como todo... pimientos, espárragos, setas...

¿Sabéis hacer una tortilla de patatas?... ¿o es algo místico para vosotros?...

29 comentarios:

Anónimo dijo...

totalmente mistico. no me sale una entera.

Anónimo dijo...

Bueno, yo me ligué al santo (o me ligó él a mi, es algo que nunca he tenido he tenido muy claro) haciendo una tortilla a medias, en una cena de esas de amigos hace ya unos años, en la que nadie sabía ni freír un huevo. Y parece que no salió del todo mal....

Electra.

Anónimo dijo...

En mi casa quien hace la tortilla de patatas es el santo (como dice Electra).

Mira que cocinar es una de mis aficiones favoritas, será también porque me encanta comer, pero el tema “tortilla de patata” no es lo mío. Y además a él le salen de cine, por lo que nunca he insistido mucho en mejorar mi receta. Qué cierto es que cada uno de nosotros tenemos nuestros sabores y nuestros trucos, nuestro toque personal, y qué pena cuando el distanciamiento (sea por la razón que sea) se lleva todo ello con la persona que nos regaló su cercanía y sus trucos.

Recuerdo en una ocasión que mi colega me hizo una tortilla con Doritos. Inicialmente iba a ser de patatas pero cuando fuimos a echar mano de los ingredientes, no había, y en su lugar nos encontramos una bolsa de Doritos. Él me miró y me dijo: ¿Por qué no? Eso sí que es una verdadera deconstrucción de la tortilla. Os diría que intentéis hacerla, pero el resultado es harto incierto, ya lo es de por sí haciéndola de patatas... Aunque, ¿por qué no?

Besos,
Lula.

Anónimo dijo...

La tortilla de patatas es una de mis especialidades. Siempre que tengo cena en casa hago una porque la gente me lo pide, "L..., a ver cuando haces una de las tuyas." Y siempre las hago enormes y lo que sobra lo relleno con lechuga, tomate,jamón, queso y mahonesa. Se calienta un poquito, et voilá, una tortilla rellena.

Las de mi madre también son famosas, supongo que lo mío será herencia. Aunque siempre me hago la misma pregunta ¿por qué las tortillas de los bares nos saben mejor que la de casa? Porque a mí me sucede constantemente. Será por el ahorro de trabajo, digo yo.

Mañana haré una para cenar, porque ahora me ha entrado el antojo. Seguro que mi contrario se emociona.

Un beso.

LIA

noe78 dijo...

Pues no es por fardar, pero creo que es de las cosas que mejor me salen en la cocina...pero claro es que como todo en la vida es tomarse su tiempo y ponerle cariño.
La última vez que mis amigos se autoinvitaron a casa a cenar (sí, sí, mis amigos se autoinvitan con el cuento de que cocino bien jajaj) me obligaron a hacer tortilla...bueno, pues tardé como hora y media en hacerla, con todo el cariño del mundo...aceite de oliva virgen extra (de los olivos de mi casa), patata nueva (del huerto de mi casa jajajja), huevos frescos de mis gallinas y sal...y eso sí, las patatas fritas despacito a fuego suave, los huevos batidos a conciencia y la sal en el último momento...y luego en la sartén....también fuego suave.
Y hay una curiosidad en mis tortillas...yo misma me sorprendí cuando me lo dijeron por obvio que resulta el comentario...me dijeron que tengo una habilidad especial para que me salgan completamente redonditas y perfectas de forma...y yo que pensaba que eso era por la sartén...pues no! porque de sartenes igual de redondas he visto yo salir cada tortilla.......jajajaaj
Otra curiosidad o más bien una encuesta....¿cómo cortais las patatas?. En casa (que somos del sur) las partimos a cuadraditos pequeños....y a más de uno (que no es del sur jajaj) le ha sorprendido mucho cuando la ha probado en mi casa.
Un besazo.
Noelia

Anónimo dijo...

Noe, yo también las corto chiquitinas. No precisamente en cuadraditos, pero en trocitos pequeños. Mi madre las corta en láminas, pero a mí me gusta más como la hago yo. Y creo que las patatas tardan menos rato en hacerse.

Un beso.

LIA

amina dijo...

A mí no me gustaba la tortilla de patata. Tenía a la única madre de España que no sabía hacer una.

En realidad ella sabía hacer una tortilla de patata que a mí no me gustaba.

Así que pensaba que no me gustaba y entonces no tenía que hacerlas.

¿Por qué a los hombres que saben hacerlas les salen tan bien? Seguro que porque, al contrario que nosotras, solo hacen eso y nunca intentan hacer otras cuatro cosas a la vez. El caso es que me empezó a gustar algo la tortilla y ahora me salen bastante decentes.
¿Cómo la hago? como todo... depende del día que tenga.

Por cierto... mística la entrada Diógenes.

Silvia dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Viktor dijo...

Yo no cocino, ya os dije.

Viktor dijo...

Matizo, que tengo un huequito. (Hoy he estado liadillo.)

Llevo desde el comienzo de mi vida laboral, allá por el siglo XX, comiendo en el curro. Los que vivimos en grandes ciudades tenemos complicados los desplazamientos y además siempre he tenido comedores accesibles, baratos y de una calidad aceptable. Así que ya todo se reduce a las cenas. Y en las cenas, no me complico la vida, claro. Además, a los que vivimos solos tampoco nos suele compensar mucho el esfuerzo, y cuando vivía con mi novia ella también comía fuera y para la cena nos apañábamos con cosas simples. Por todo ello, nunca tuve motivación para aprender a cocinar realmente.

Curiosamente, en casa de mis padres, mi padre cocina muy bien, pero yo no heredé ese don. También es un manitas y yo no. Será por reacción.

Ahora, eso sí, lo que tengo clarísimo es que el peor plan que puedo concebir para una noche de salir es ir a cenar a casa de amigos. ¡Qué muermo! (Lo de cenar en mi casa no se puede producir por lo dicho anteriormente.) Salir es salir a la calle, ir a bares, cenar fuera, bailar y desparramar. En casa de quien sea acabas sesteando, jugando a cualquier chorrada y poniéndose de manifiesto que, en realidad (como todos saben muy bien) los amigos no se soportan entre sí.

A mi edad, como comprenderéis, tengo amigos que han desarrollado esa especie de agorafobia de los casados con niños y la sola idea de salir les somete a un estrés traumático, así que poco a poco uno va perdiendo la relación, porque cada vez resulta más fatigoso el ritual de ir allí periódicamente a hacer lo mismo y hablar de lo mismo.

Bueno, un aliciente para hacerse amigos nuevos.

Me voy a comer, por cierto. Luego más. Besos.

noe78 dijo...

Querido Viktor, siento no estar de acuerdo contigo en cuanto a lo de las cenas con amigos...
No sé que tipo de amigos tienes (dicho esto sin acritud) pero en mi grupo de amigos es muy habitual juntarnos en casa para cenar y tomar algo (cosa que no significa que no salgamos de bares y de juerga) y eso de que no nos soportamos y acabamos sentados jugando a algo aburrido.....de eso nada de nada....lo más normal es que surjan debates de lo más variado e interesante o que acabemos muertos de risa por la chorrada más tonta....o que montemos en el cine en casa (con proyector incluído) y veamos alguna peli interesante todos acurrucaditos...
Así que si no fuera porque sé que no quieres nada conmigo....me estaba planteando invitarte...más que nada por intentar que cambies de opinión de una forma eficaz y contundente....jajajaj
Un besazo de viernes, luego vuelvo.
Noelia

Anónimo dijo...

Yo que vivo en una ciudad grande e inhóspita como Viktor, comparto su opinión.
El encanto de ir a cenar, está en ir a la calle,al bullicio, las copas y desparramar.
Quién tenga niños que los deje durmiendo en casa.
En mi caso, todos mis amigos, piensan igual ja,ja...

Viktor dijo...

Eres joven aún, Noe, ya verás como llegas a no soportarlo.

Acurrucaditos viendo una peli... ¡horror! Las pelis hay que verlas en el cine.

La parte de mis amigos que no sale de casa y te invita a cenar a ella son aburridos: lo son por definición. La parte de mis amigos que sale tampoco es que sea la leche, pero son considerablemente más divertidos. Por lo menos si uno sale puede pasar algo imprevisto. La previsibilidad absoluta de una noche en casa de alguien es algo que le quita la gracia de entrada.

amina dijo...

Yo sé que la cocina requiere su tiempo, jamás me lo he planteado como Silvia y si lo hago desde luego no lo pienso... voy haciendo la tortilla a la vez que cualquier otra cosa y subo o bajo el fuego dependiendo de... así que unas cocidas, otras fritas y yo creo que algún día alguna quedará cruda y otra quemada.

En fin, lo que jamás he hecho ha sido tortilla para invitar a cenar a los amigos en casa.

Antes salía, no me planteaba quedarme en casa a cenar si quedaba con amigos, ahora si, además me toca cocinar por partida doble: una para los adultos (mariconadas varias) y otra para niños (con algunos problemillas añadidos que ni cuento).

Es una solución para quedar con los amigos cuando los niños son pequeños y quieres tomar una copa o ¿te la vas a tomar en el parque?
La mayor parte de las veces estas cenas acaban con todas las criaturas en una habitación después de darles de cenar en la cocina y los adultos en el salón muchas veces desfasando. Se han criado así, con lo cual para ellos es normal, en esas cenas saben que los padres acaban pasadillos de vueltas.

La mayor parte de las veces digo, porque si viene algún plasta, algún prepotente, algún energúmeno, lo más fácil es que si es en mi casa abrevie la fiesta y vaya invitando a la gente a largarse, y si no es en la mía me vaya yo directamente.
Eso si, solo me ha pasado dos veces, el resto, la verdad es que lo he pasado genial (sin tortilla, por supuesto).

Pero entiendo a la gente sin niños que quiera salir fuera de casa. Lo que la gente con hijos sabrá es las miradas que te echan en los sitios cuando vas a comer y llevas a más de dos criaturas; espero que en las grandes ciudades no os pase.

Hablando de cenas y comidas... hummm, qué hambre!
Esta noche no cocino, así que no habrá tortilla de patata, no puedo invitaros a cenar.
Otra que se va a comer.

Viktor dijo...

Hombre, si uno sale va sin niños, ¿no? Separarse de los niños de vez en cuando está bien, digo yo. No creo que la situación sea binaria: mientras no tengo niños salgo, cuando los tengo ya no salgo más y si quiero ver a amigos, siempre juego en casa. Vamos, cada uno es muy libre, pero el problema es que estas cosas tienen un efecto bola de nieve: uno sólo acaba relacionándose con el mismo tipo de personas y haciendo siempre el mismo tipo de cosas. Yo, por supuesto, tengo días de ir a cenar a casa de amigos (pocos, ya) en los que me lo paso muy bien y no me niego, faltaría más. Lo que me pone un poco de los nervios es que no te den alternativa, que nunca planteen ni la remota posibilidad de hacer algo distinto, por difícil que les sea (es la pescadilla que se muerde la cola, ya digo). O que cuando se decidan a salir tenga que ser justo el dia en que la conjunción de astros sea favorable y te tengas que acoplar a ellos y encima tengan que desparramar en un día todo lo que no pueden hacer en un año (en estas cosas lo suyo es mantener una actividad constante y moderada, los excesos son terribles).

Pero, vamos, tengo muchos amigos descarriados... y, lo que es mejor, ya están la inmensa mayoría de ellos en la fase divorcio. Es alucinante el número de parejas de mi entorno que se están rompiendo. Y entonces vienen a mí los divorciables, les explico en qué consiste eso de separarse y les saco de paseo.

(Todo esto es broma, eh, que cada uno es muy dueño de hacer con su vida lo que quiera, que nadie se sienta molesto. Se trata de expresar mi opinión de una forma exagerada, para provocar un poco y para hacer que aflore una sonrisa. Sentiría mucho que ocurriera lo contrario.)

Anónimo dijo...

A mi me entretiene mucho cocinar y lo tengo como uno de mis pasatiempos favoritos. La tortilla de papas me encanta.
Como muy bien dicen por aquí: un buen aceite de oliva, unas buenas papas de piel amarilla y cebolla. Y si gusta, añadir perejil picadito antes de ponerla al fuego.
Yo prefiero no batir los huevos, dejo que las papas, junto con el añadido de cebollas y el perejil, se enfríen un poco y le casco encima los huevos que necesite. Luego revuelvo mezclando bien y a la sartén.
Aparentemente un plato sencillo pero...¡¡¡ Qué buena que está hasta cuando está fría !!!
Buen fin de semana para todos.

Anfar

amina dijo...

Buen comentario Viktor, muy acertado: "Cada uno es muy libre" claro, es muy libre mientras no se tienen hijos. Porque es que los míos son como lapas, no sé qué hacer con ellos. Tienen que darse esa serie de circunstancias cuasi imposibles para que pueda salir sin ellos y en ese caso lo que suele ocurrir es patético:
Las amigas de la adolescencia quedamos para cenar una noche y salir, dejamos a las criaturas con los papás y algunas tienen que dejar todos los deberes hechos (afortunadamente yo no... si quieren que cenen y si no que se hagan una tortilla de patatas... si hay huevos!!!)
Seguidamente "intentamos" arreglarnos. Queremos estar muchísimo mejor que cuando teníamos quince años y todo queda en eso, en el intento de arreglarnos, porque pecamos de vanidad e intentamos salir como "jovencitas", cuando lo que deberíamos hacer es salir con nuestro disfraz de todos los días.
Segunda parte: quedas en el lugar donde quedabas con aquella edad, y cuando llegas hay una multitud de quinceañeros gritones que no te recuerdan a ti, sino a lo poco que les queda a tus hijos para llegar allí, unos 20 cm.
Tercera parte: llegas al restaurante y los camareros te miran pensando "ya tenemos al grupo de marujas que se van a hacer las graciosas".
Cenas como puedes, mientras los chicos de la despedida de soltero de al lado dicen todas las barbaridades habidas y por haber. Si son chicas miras a la "susodicha" con cara de lástima y te dan ganas de levantarle y gritarle: SAL CORRIENDO!!!
La conversación es mejor no reproducirla ni total ni parcialmente por no herir sensibilidades, pero básicamente gira en torno a "los niños" y no creaís, hay variedad... los problemas van cambiando a medida que los niños crecen, así que cada año cambia algo.
Lo peor es salir después a tomar una copa, no tienes ni idea de a qué sitio ir; intentas fiarte del criterio de la que aún sale y cuando llegas no entiendes como podías adaptarte a ese ruido, a esa falta de luz, a ese gentío, a esos olores.
Ni que decir tiene que alguna comete excesos ese día (que no, que no está el cuerpo acostumbrado) y bebe más de la cuenta, mientras otras abandonaron ya el alcohol allá por su primer embarazo. Yo soy de las que afortunadamente bebo y así llega un momento en que parece que estoy fuera del grupo, es cuando realmente te das cuenta de las edades, de lo fuera de lugar que está ese grupo de "no se sabe qué" y es entonces cuando toca hacer mutis por el foro y largarte sin siquiera despedirte... te vas a casa, intentas no hacer ruido para meterte en la cama y no despertar al contrario, cosa que casi nunca consigues y te murmura dormido: "¿qué tal?" Contestas que bien, porque al día siguiente todas diremos que lo pasamos genial.
Lo peor es eso, el día siguiente, con un poco de suerte se largan y te dejan dormir y cuando te levantas allí están: los restos de la tortilla de patata que te dejaron anoche...
Como no tienes la cabeza ni el cuerpo para hacer comida ya sabes qué hay de segundo plato: menos mal que se puede comer fría.

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Tonterías a parte, Diógenes... dónde hemos llegado!!! Sabía yo que esto terminaba en un foro de cocina y al final...

Snowhite dijo...

1. Poner tortilla en el microondas.
2. Calentar tortilla.

Las mías no me salen bien de momento pero estoy en ello así que me conformo con las del supermercado y encuentro el consuelo con un pastel cretense (con aceite de oliva y zumo de naranja).

Viktor dijo...

Hombre, Amina, la libertad también la ejerciste teniendo a los hijos, no? Ahora, por fortuna, eso es opcional. ;-)

En serio, lo que me cuentas implica, y no te me molestes, por favor, un poco de síndrome de Estocolmo. Es decir, si uno tiene una limitación objetiva de la libertad, lo que no debe de hacer es asumirla como inevitable y acabar colaborando con ella. Si una sale con amigas para hablar de niños, ¡menudo negocio! Si va a locales donde van despedidas de soltero... con la cantidad de sitios interesantes que hay para ir! Es como meterse en la boca del lobo. Y lo de los garitos de copas es como todo, tampoco es que uno siempre vaya a pasárselo en grande, pero hay que entrar en el juego con el ánimo correcto, porque, claro, si no, todo parece absurdo: uno experimenta esa conocida y desagradable sensación de "resaca anticipada". Es como empezar a sentir los efectos negativos de la juerga ¡antes siquiera de haberse ido de juerga!

Así que a lo mejor la clave es lo que yo decía: si uno sólo conoce a un cierto tipo de personas, acaba haciendo siempre lo mismo, independientemente del sitio o de la actividad. Los casos de vampirismo infantil se han convertido en pandemia: parecería que se ha invertido el sentido del cordón umbilical y ahora son los padres los que no se pueden plantear la vida sin niños.

Bueno, ya te digo que intento exagerar a ver si te hago sonreír, así que debes saber que te comprendo y que cuentas con mi solidaridad.

Pero lo que no te admito es eso que cuentas tan desoladoramente de "intentar arreglarte" y de "pecar de vanidad por intentar salir como jovencitas". Estoy seguro de que tu encanto actual es superior al de tus quince años, y es preciso arreglarse para salir con ilusión. El momento en que uno, usando el término castizo que me encanta, "se maquea" es fundamental, forma parte de la noche, es como cuando se preparan las naves para zarpar camino a Ítaca. En esa travesía sabe Zeus lo que nos vamos a encontrar. Así que el mero hecho de maquearse ya debe formar parte de la fiesta y hay que afrontarlo con ilusión. Si no, la cosa ya arranca jodida.

Un beso muy grande y no dejes de salir y pasártelo lo mejor posible.

Viktor dijo...

Quise decir "debe hacer", no "debe de hacer". Sorry.

Anónimo dijo...

Qué pulcro eres escribiendo, Viktor. Eso está bien, muy bien.

Lula.

amina dijo...

No, no Viktor, ayer hablabas de disfraces en tu blog.
Cuando uno tiene una edad, sea esta la que sea, ha de adecuarse a ella. Tampoco yo sé qué puede surgir un día a las 8 de la mañana cuando llego al trabajo... ¿y si me encuentro a un cliente despampanante? pues prefiero no ir hecha unos zorros.

Con toda seguridad a las ocho de la mañana irá igual que yo, medio dormido, pero nunca se sabe.

Yo hablo de algunas que a los 40 quieren ir como las niñas de 15... pues no señor, seguro que están mucho más guapas si no intentan ser quien no son.

Pero ya te digo... creo que hay que ir bien siempre, te vayas a encontrar con quien te vayas a encontrar, la imagen, la primera imagen siempre cuenta.

Y los niños si los tuve libremente, lo que no tuve libremente fueron las edades de los abuelos, ji, ji, ji (aunque puñetera la gracia que me hace)

Si, ya sé que solo hay que hacer intención y enseguida encuentras a alguien a quien "empapelárselos"

Y yo también exagero un poquito, pero esas cenas, esas salidas tan preparadas con las amigas de juventud pueden acabar en algo realmente patético... no te cuento una vez que tres íbamos con superbarriga!!!

Lo de los sitios a los que ir no es tan fácil de elegir dependiendo de donde vivas, incluso evitando los sitios de boys a los que nunca he ido. El día que vaya ya os aviso para que me vayaís preparando la camisa de fuerza.

La gente... como todo, en la variedad está el gusto. Siempre haciendo lo mismo acaba por aburrir, por muy majos que sean tus amigos.

Y yo desde luego jamás he quedado con nadie para ver una película en casa como Noe... es que no lo entiendo, para hacerse arrumacos que se vayan a un hotel!!!

Estoy pensando que a pesar de que me libro por hoy de hacer la tortilla de patata para cenar, y de que el plan de tarde-noche es un poco fiestainfantildecumpleañosllenadeniñosypadrescomocabras, voy a maquearme un poco. Seguro que de todo se puede sacar algo divertido.
Saludos.

amina dijo...

Y si, por supuesto me haces sonreir.

La que me ha dejado hoy pensativa con lo de ver películas ha sido Noe. Voy a ver si tomándome unas cervezas me repongo del shock.

Viktor dijo...

Soy pulcro en todo, Lula. :-)

Amina, eso de "hay que ir como corresponde", ¿en virtud de qué reglamento? ¿Dónde está el manual? Todo es una cuestión de elegancia: uno debería ponerse, en primera instancia, lo que le apetezca (y allá ellos), y, además, de paso, algo que sea bonito y le quede bien (en segundo lugar, véase). Yo confío absolutamente en tu buen gusto y tu elegancia natural, así que no entiendo eso de que "hay que adecuarse a la edad". ¿Dónde está la escala? Precisamente porque la imagen cuenta y precisamente porque es importante maquearse. Por eso hay que echarle alegría a eso de vestirse y salir. No hay problema: siempre estaremos bien, somos gente de muy buen gusto. Os lo digo de mujer a mujer.

Y, sí, ya he dicho yo lo de la peli, pero, bueno, ya se dará cuenta Noe. Es tan joven... :-)

Anónimo dijo...

Pues a mí cocinar una tortilla de patatas (o cualquier otra comida) me sale más o menos, tirando a menos (para ser sincera). Hace mucho que no como una en condiciones, es decir, las de mi madre o mi hermana, les salen deliciosas (ya las probaré en diciembre, mientras los demás comen turrón y polvorones), qué ganas…

Aquí, sólo las pruebo en los restaurantes españoles pero no es lo mismo, o quizás sí, pero a mí no me saben igual. En los bares de España están más ricas. Otra alternativa es comprarlas, precocinadas, en un supermercado (no todos las venden), pensándolo bien, no es una alternativa: saben a plástico (mejor ni probarlas).

Diógenes, qué foto, esa tortilla da un hambre…

Anónimo dijo...

Hoy no puedo decir nada. Soy un verdadero desastre en la cocina. Eso sí, ayudo en lo que puedo pero reconozco que tengo mucho que aprender. De todas maneras como no soy persona sino un "vientre" me gusta mucho comer y la tortilla me encanta de todas maneras; principalmente si no estan muy empapadas de aceite. Un saludo a todos y buen fin de semana.

noe78 dijo...

Pero bueno!!!!!
Muchas gracias por decirme joven...hay días que de verdad lo dudo y me siento mayor cuando veo a mis amigas con los nenes y hablando de pañales y papillas (nada más lejos de lo que a mí me apetece en este momento de mi vida jajaja).
De todas maneras no entiendo la sorpresa por mi comentario de la peli...para empezar no es que lo haga todos los fines de semana, por lo visto me he expresado mal o algo así y por otro lado intentamos montarlo bien y por supuesto alquilar pelis con cierto interés o por lo menos de miedo para no estar dormitando en el sofá.Ah! por cierto lo de acurrucarnos no llega al punto de necesitar un hotel, es más bien estar a gustito y calentito (hay días en los que se agradece).
No es por dármelas ahora o por justificarme, pero os aseguro que me lo paso muy bien, que salgo mucho (bailo salsa desde hace más de tres años), siempre tengo algún plan diferente...como dice mi madre soy un culo inquieto jajajaaja.Yo sólo intentaba defender que cualquier plan puede ser bueno si tienes buena compañía y buena disposición para pasártelo bien.
Un besazo.
Noelia

Anónimo dijo...

Tortilla; las patatas las hago laminadas lo más finas posibles, imprescindible la cebolla, el resto a gusto (cocidas o fritas), los huevos se baten por separado la yema de la clara (primero "subimos la clara" y después añadimos las yemas)un "trukillo de la maestrilla" es echar un poco de leche (estará más jugosa), el relleno el k guste (admite casi de todo).
Yo no tengo maña para la cocina pero las tortillas siempre se me han dado bien (eso dicen)será de familia...
Un saludo.

Anónimo dijo...

yo aprendí a hacer la tortilla de patatas en un libro de espa¬ol para extranjeros. no me salió mal, pero no es mi fuerte. la verdad es que la cocina no lo es, pero es lo que hay si una quiere comer más o menos decente.

lo que comentais de las salidas y los ni¬nos. yo tengo uno de corta edad y la verdad es que desde que nació se me acabó todo. también por otras circunstancias que no vienen al caso. en mi caso, me encanta salir y no puedo, excepto en contadas ocasiones en las que consigo canguro. ODIO salir y que solo se hable de peques, para mí es el pan nuestro de cada día y quiero hablar con adultos de temas interesantes.
y bueno, no sé si ni¬nos y divorcios se dan la mano, pero tiene bastante que ver. no es mi caso...aún, pero poco le falta. es como si esa tercera persona, el peque, agudizara todos los problemas de pareja y creara nuevos. en fin, esto es otra historia que no tiene nada que ver con la tortilla de patatas.