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martes, 17 de junio de 2008

SUBIR A UN AUTOCAR...

Recuerdo a un niño de diez años en el gimnasio de un colegio.

Recuerdo a un profesor repartiendo dorsales…

El sábado competíamos contra otros colegios.

Le tocó el turno a la longitud. Todos saltamos. Y aquel dorsal, como el que se ponían en la tele, le fue entregado. Había saltado más que toda la clase.

El sábado, el autocar, estaba parado frente a su casa. Todos montaron menos él. Sus padres no le dejaron. Era peligroso viajar en autocar. Quizás era un castigo por ser hijo único.

Quince días después hubo de nuevo selección en el colegio. Ese niño volvió a saltar y quedó el primero. Antes de darle el dorsal, el profesor le preguntó: ¿Te dejarán? Él afirmó como el que quiere negar lo imposible. El profesor sabía más que él, pero a pesar de todo, se lo dio.

Llego el siguiente sábado.

El niño se escapó de casa. Cruzó la calle y se encontró con el profesor. No me dejan, le dijo. Tome este dorsal seguro que alguien del equipo lo podrá aprovechar. El profesor le dio una palmada en la espalda. No dijo nada. El chaval volvió llorando a su casa.



Mañana mi hija se va de excursión. Va a El Escorial. Han anulado el viaje dos veces por mal tiempo, pero mañana, por fin, irán.

Virginia tiene un brillo en los ojos que refleja felicidad.

Le he dado dos besos, un abrazo, y le he dicho que fuera feliz. Ella me ha sonreído.

14 comentarios:

una mujer dijo...

¿Sabes?, hace muchos años una niña de catorce quería ir de acampada con sus amigas. El "junior", un movimiento para jóvenes y crios amparado bajo la Iglesia organizaba estas acampadas.

Iban sus amigas, iba Pedro, el chico que le gustaba, iban todos menos ella. Nunca la dejaron ir... ni ese año, ni el anterior, ni el siguiente.

Pasaron los años y cuando su hijo cumplió nueve años lo apuntó a ese viaje al que ella nunca pudo ir, lo despidió en el autobús tras muchos días de organización, al tercer día su hijo la llamó llorando... "ven a por mi"... ella le insistía, quédate... su padre fue a por él...

Han pasado once años, mi hijo tiene ahora veinte años, fui una madre muy joven, ¿quizá demasiado?. Mi hijo a veces me dice... "Estuve tan poco, duró tan poco tiempo aquella acampada que no pude siquiera pedirle el teléfono a Sara, tenía unos ojos preciosos... "

No sé... me lo recordaste...

Un beso muy fuerte querido amigo.

amina dijo...

Siempre iba a todas las excursiones. Pero no querían dejar que fuera a aquel campamento: ya era dormir fuera de casa y apenas tenía 9 años. Vaya enfado!!! les dejé de hablar, cedieron y fui al dichoso campamento. Después de ese todos los demás, era para una de las pocas cosas que había dinero, porque realmente era escaso.

Tengo dos hijos, uno quiere ir a los sitios, la otra no. Tampoco quiero obligarla; se atreve a ir a una excursión de un día pero ¿varios días de campamento? dice que aún no, es tan pequeña... de momento la dejaré; espero que después lo pida, me parece sano.

¿Alguno habeís ido últimamente a una excursión con niños? en vez de cantar van jugando a la nintendo; espero que cuando no vayamos los padres para llevársela en el bolso para que no nos den guerra hagan otras cosas. Bueno, me consta que él en sus campamentos canta, baridades pero canta. No les dejan llevar la maquinita, ni el móvil.

Por cierto, se va dentro de unos días, espero que este año sufra menos (la madre) porque el primer año temí tener que ir a buscarlo.

Siempre agradeceré a mis padres que me dejasen ir a todas las excursiones, aunque lo malo fue que le cogí vicio y si puedo sigo sin perderme una... y me gusta hacerlas en autocar.

Manqueospese dijo...

Pues yo fui de los que no quería ir a ningún sitio y ahora me arrepiento y mucho. Eso sí, luego no he ido con mi generación y me he quedado en casa hasta los treitantos...

Mi hijo hace un par de años, se largó de campamento y como dice Amina, yo creo que sufrimos más nosotros que él. Se hacía extraño, no sé... muy raro. Este año iban de fin de curso a ver la Ciudad de las Artes y las Ciencias en Valencia. Él ya lo conocía, pero no es igual irse con toda la clase, así que lleno su mochila y se largó tres días a tierras levantinas. Se hizo larga la espera de su regreso, pero hay cosas que hay que vivirlas en el momento y, como padres, creo que hay que dejárselo vivir... digamos que hay que tenerlos atados, pero con goma elástica, para que tengan cierta libertad, lo que conlleva responsabilidad en sus actos.

Me encanta que disfruten, aunque sea con el nudo en la garganta de no tenerlos a mano. Este verano, también se irá una quincena de campamento. Su hermana, está aprendiendo mucho y dentro de poco querrá ir ella también.

Que te sea leve la espera, Diógenes.

Saludos.

Centro Alemán dijo...

Este año mi hija también se fue por primera vez de excursión. Hasta ahora habían hecho pequeñas escapaditas, pero este año era una excursión a Soria, salida a las 8 de la mañana y regreso a las 8 de la tarde. Se me hizo duro verles subir al autobús, se cortaba un poco más el cordón umbilical, se me iba haciendo un poco más mayor.
El próximo año ya será toda una semana de campamentos. Prefiero no pensarlo.
Un saludo.

Snowhite dijo...

Mi primera excursión duro 14 días y 430 kilómetros. Mi hermano quería un compañero para hacer el Pennine Way (http://www.nationaltrail.co.uk/PennineWay/index.asp?PageId=1), un camino a través de ciénagas y colinas desde Manchester hasta Escocia. Como se ofreció a pagar todos los gastos, mis padres me compraron el material adecuado y a andar. Fue el julio mas lluvioso de los últimos 25 años pero a pesar de ello me pareció una experiencia enriquecedora. Tenia 15 años.

Luego tuve la oportunidad de hacer otras "excusiones" aun mas excitantes. Desde entonces, no he querido ver nunca mas una tienda de campaña o un saco de dormir.

besos

Snowhite

Belén dijo...

Claro hombre... ya verás como todo sale bien y le gustará la excursión... y tu has crecido macho, si te veo mas alto desde aquí y todo!

Besos

Mus dijo...

Yo soy un seta y me paso el día en mi casa. Vamos, que ni autobuses ni aviones ni barcos ni ná de ná.

Vegetante, eso es lo que soy. Mi mayor aventura es jugar a la Güii, ¡no te digo más! Por ahí fuera son todo peligros y poblemas.

¿Queda Nocilla? Es para hacerme una cata.

Yolanda Sánchez Yagüe dijo...

A mi me ha costado mucho dejarles ir a excursiones y campamentos, porque soy la persona más miedosa que conozco y veo peligros por todos lados. Pero como también soy bastante sensata y les quiero mucho, me he tragado mis miedos y les he dejado ir.

Eso si, no sin antes darles toda suerte de recomendaciones y consejos y advertencias :)))
Reconozco que no soy más pesada porque no se puede y no sé como me aguantan.

Pero luego compensa todo cuando vuelven y te cuentan todas sus aventuras y les ves tan felices.

Espero que exista la reencarnación y a base de muchas plegarias (que hago cada dia) en una próxima vida me reencarne en una persona valiente... porque en esta vida va a ser que no lo voy a lograr :(

Besicos (prudentes) para todos.

Mamen dijo...

Yo prefiero no viajar al pasado que me tiemblan las canillas sólo de pensarlo.

Besos.

DIÓGENES dijo...

Una mujer... me ha encantado leer tu recuerdo. A veces los recuerdos se repiten en distintas personas.

Amina, el gusto por viajar, subirte a un autobús y que te lleve lejos, ver pasar paisajes por la ventana, creo que no se cultiva. Ya lo tenemos dentro. Espero que no sufra tanto la madre este año, pero claro, es madre.

Manqueospese, sí, como dices, hay cosas que hay que vivirlas en el momento y como padres no debemos impedir que las vivan por el simple hecho de nuestra tranquilidad.

Nana, no lo pienses. Será una experiencia nueva. Un nuevo salto. Un paso más grande. Y como parte del camino, tendremos que vivirlo, pero sin temores.

Snowhite, qué tendrán las tiendas de campaña y los sacos para algunos de nosotros, que no queremos volver a meternos dentro?

Belén, me encanta tu buena vista, jajajaja...

Mus, me han dicho que la nocilla es peligrosa tambien si se come sin moderación. TEn cuidado con la cata... na.

Yolanda, yo te creía más desapegada con ciertas cosas, y veo, que eres mortal como yo.. ayssssss... muacks.

Lula, no, no son viajes recomendables esos que retroceden.

amina dijo...

¿Y qué tal le fue?

Manu Espada dijo...

Yo era de los que estaba todo el día en el monte con un grupo de montaña, y en verano, a los campamentos en tienda de campaña, y luego, con mis padres a cámping, quizá por eso ya sólo voy a hoteles y vivo en la ciudad, me he hecho demasiado urbanita o quizá comodón.

DIÓGENES dijo...

Amina, le fue bien... eso dice. Bocata de jamón york, bocata de tortilla, agua, manzana. Dice que estuvieron en un cacho iglesia muy grande que debía ser la casa de dios (no se de donde coño ha sacado esta expresión porque no va a un colegio de monjas, y se refería a El Escorial). Luego, que vieron un "peazo cruz muy grande" (eso tambien sabemos lo que era)... y el viaje muy largo y muy rollo (esto lo dice porque no les dejaron hacer una "juerga torera", seguro)

Manu, urbanitas, sí, urbanitas... pero yo no vuelvo. Demasiadas noches obligadas con un caqui extraño...

Anfar dijo...

¿Qué significa "una juerga torera"?

Perdone mi "falta de ignorancia" (como se dice en mi tierra cuando no se sabe algo), pero nunca había oído esa expresión.

¡Animo! si "superó" lo de la excursión de su niña ya sólo le queda superar la adolescencia de ella ;-), ya verá,... ya verá. :-)

Un abrazo