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lunes, 17 de diciembre de 2007

CÁRCELES...

El otro día volvieron al zoológico. Al acompañar a mi hija a la calle donde le esperaban con un coche, nos encontramos con la misma vecina de la última vez...

-¿Dónde vas tan guapa, con esa mochila? -preguntó a la niña.
-Al zoo, a ver animales.
-¿No te da penita? Esos animales son animales salvajes, no viven enjaulados. Les han quitado su vida para vivir entre rejas, y sólo para que les vayamos a ver...

Siempre uno entra en los mismos planteamientos. Los animales están mejor libres en su medio. Aunque es posible que el hombre ya impida que vivan incluso en su medio. A lo mejor alguno de estos animales tiene más posibilidades de sobrevivir aquí que en libertad. Pero, ¿quién soy yo para decidir? ¿debo hacerlo? Lo que sí sé es que la única forma de poder ver a estos animales es en estos sitios... lo mires por donde lo mires, la intervención humana es fatal.

La niña me miró, esperando una respuesta. Pero no la tuvo, ya la tendrá luego, pensé.

-¿Y su madre? -pregunté.
-¡Muy bien! Tiene su propia habitación, pasea en un pequeño parque que tiene enfrente, y tiene alguna amiga. Yo la voy a ver todos los sábados. No se piense, es la mejor residencia que he encontrado. En casa ella se aburría mientras yo me iba con mis amigas, en cambio allí...
-Bueno, si va a verla todos los sábados... hasta luego -le dije.

No dudo que el zoológico sea un tipo de cárcel, pero, hay otras cárceles peores, aquellas que no queremos ver...

29 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy ademas de las carceles nos hablas de la hipocresia de la gente. Ven las paja en ojo ajeno y,...Parece mentira como nos llegan a estorbar aquellos nos han estado cuidando tanto tiempo y alos que les hemos podido estorbar nosotros.

ROCIO

Anónimo dijo...

Hola, yo solo les quiero contar que llevamos a mi abuela a una residencia porque era imposible que alguien estuviera todo el dia con ella. Y de carceles algo se, sobre todo de esas carceles en las que te metes tu voluntariamente y esperas a que alguien te saque.

Anónimo dijo...

La peor cárcel es aquella en la que ingresamos voluntariamente. Esas en las que nos metemos para no vivir la realidad, para permanecer en un sitio seguro y conocido, para que no nos hagan daño, para no sentir miedo.

Lo que carazteriza a las cárceles es la rutina y la falta de voluntad individual (aparte de la faltade libertad, claro). Simplemente te vas dejando llevar por las normas que los demás marcan para ti, día tras día, porque la rutina planificada hace que no pensemos, hace que todo sea muy cómodo.

Una de las consecuencias de estar en una cárcel es que cuando sales y todo depende de ti, no eres capaz de decidir por ti mismo, así que muchos vuelven a ella porque todo es más fácil allí.

Un beso.

LIA

Anónimo dijo...

Me gustó lo que escribió Lia. Secundo su pensamiento.

Fdo. GUSANO

DIÓGENES dijo...

Estela,

Esta vida no está para esperarla.

La esperanza no existe, no debemos aferrarnos a ella, porque dejaremos que la vida pase, sin más, con falsos sueños.

Un beso.

DIÓGENES dijo...

LIA,

Es posible que nunca se llegue a salir de “esa” cárcel del todo. Por eso, parece que vuelves, pero no es así: nunca saliste.

La clave es en la dependencia. Si realmente piensas que todo depende de ti, no tiene que existir miedo a lo desconocido. Cuando vuelves, es porque nunca cerraste la puerta, simplemente la medio abriste, y te asomaste fuera.

Un beso.

Anónimo dijo...

cada caso es un mundo y, como siempre, no se puede generalizar, pero hay casos en que es evidente que la familia dispone de medios adecuados (disponibilidad de algun miembro de la familia, economico) para que el abuelito o abuelita esten en casa cuidados por alguien cercano a ellos y en cambio escogen la opcion de internarlos en una residencia por puro egoismo(es una afirmacion muy personal con la que es posible que alguien no este de acuerdo pero es lo que pienso).
Pero estan los casos en que todos los integrantes de la familia tienen sus obligaciones laborales y ¿entonces que se hace? ¿se le deja solo todo el dia? ¿se paga a alguien para que este con el/ella hasta que venga algun familiar?, en mi caso tengo claro que se tiene que buscar la alternativa de la residencia para estos casos.
La misma sociedad te condiciona, si en el trabajo pides dias libres porque debes cuidar de tu hijo enfermo, no se suele poner trabas y la direccion suele ser comprensiva al respecto, pero no sucede lo mismo si pides dias para cuidar de tus padres o abuelos.
Esta cuestion y algunas otras me llevan a la conclusion que la vida hay que disfrutarla mientras se pueda, que hay que plantearse el futuro para valerte por ti solo y no esperar ni pedir que alguien se haga cargo de ti si no puede o no le apetece.
Mi padre (77 años) dice que su generacion se ha pasado toda la vida dedicada a cuidar de alguien de la familia (hijos, abuelos, nietos) pero que nadie va a cuidar de ellos, por desgracia tiene mas razon que un santo.

mis amigos me conocen por Kiko, vosotros sois mis amigos por lo tanto a partir de ahora mi alias sera Kiko.

un abrazo.
Kiko.

DIÓGENES dijo...

Bienvenido, de nuevo, Kiko.

Anónimo dijo...

Diógenes,

Sí que se sale. Sales, te das una vuelta, y ves que ser una persona libre conlleva un esfuerzo, un esfuerzo para ser único, para ser tú mismo, para tener un pensamiento propio y no dejarte llevar. Y ante tal esfuerzo muchos deciden volver a su rutina, porque es más fácil no pensar, no tener que decidir si algo te gusta o no, porque la voluntad y las decisiones que tomes serán tuyas, y de nadie más. Serás el responsable último de todo lo que hagas, y lo que digas puede que no sea del gusto de los demás, y ya no sabes hacerlo de otra manera, ya no hay un pensamiento individual en ti, ya no confías en tus posibilidades como ser individual, te has convertido en parte del sistema.

Creo que precisamente lo que más miedo da es que todo dependa de uno mismo, ser el responsable último de nuestros aciertos y errores es lo que nos define como libres.

Un beso.

LIA

DIÓGENES dijo...

LIA,

El hecho de plantearlo como lo planteas, ya te hace estar fuera de lo que defines como conformismo.

Piensa que muchas veces, somos los surcos que nos han labrado, que han querido dibujar en nuestra mente, en nuestros deseos...

Mucha de esta educación en lugar de hacernos libres, nos esclaviza, nos inventa como obra de nuestros creadores y nos hace sentir incapaces, inutiles para tomar el camino que deseemos...

Pero, ¿sabes?... me han dicho que se puede salir, labrar nuestro propio camino, y recorredlo...

Un beso.

Anónimo dijo...

Hemos empezado hablando de animales en el zoo para después hablar de residencias geriátricas y de "vicios" que terminan por esclavizarnos.
En la sociedad en la que nos movemos, todo tiene que ser rápido y fácil. Tratamos de buscar una solución a aquello que nos perturba de la manera más rápida posible, tomamos determinaciones sin contar con personas que se ven afectadas por nuestros actos. Muchas veces mandamos al abuelo al geriátrico porque es lo mejor para él. Pero ¿preguntamos al abuelo que piensa? Cuando toman una decisión que me afecta, lo mínimo que se puede hacer es consultarla conmigo ya que soy afectado o parte. Bien es verdad que hay casos extremos que no entran dentro de este parámetro. Algunos de nuestros mayores todavía nos hacen un servicio cuidando de nuestros hijos para que podamos trabajar. En definitiva los ancianos a lo que más temen es a la soledad y en los geriátricos, suelen estar solos ya que no tienen el cariño o roce de sus seres queridos de una manera continuada.
Respecto de las cárceles del ser humano en el fondo, suele haber un problema de una personalidad que no está suficientemente formada. Los "vicios" entran en el ser humano por una debilidad en algún aspecto concreto de nuestra personalidad. Es una via de escape que mucha gente tiene para no afrontar los problemas que le plantea la vida. El "vicio" cada vez te hace más debíl y por lo tanto, más dependiente y acaba por destruir los otros campos que forman tu personalidad. Un saludo a tod@s.

Anónimo dijo...

En las sociedades “primitivas” los viejos tienen un puesto de honor y respeto, se les tiene como los “maestros” que son y se aprehende con su sabiduría. En las sociedades “avanzadas” los viejos molestan y se apartan.
Muchas veces se entra en una flagrante contradicción, por lo que cuesta económicamente el pago de una residencia podríamos pagar a una persona que cuide a nuestros viejos mientras se cumple nuestro horario de trabajo y dejar que ellos vivan en su propia casa, con todo lo que consideran suyo, en su propio hogar y con el cariño de sus familiares.
Quizás el apartarlos tenga más que ver con nuestro “desprecio” social a lo que consideramos que es viejo. Vivimos rodeados de mensajes que nos dicen que estamos en la sociedad del culto a la imagen, de la eterna juventud y del “bienestar”; y que todo lo que se salga de esa premisa ya no es válido y, por tanto, nos “incordia”.
También, es verdad lo que dice Kiko, que los patrones no favorecen ni “comprenden” que nuestros viejos necesitan atención de nuestra parte. Y es que los patrones también son parte de esta nuestra sociedad “moderna”.
Por último, nos olvidamos que más temprano que tarde, probablemente, nosotros también seremos viejos. ¿Cómo nos gustaría vivir y dónde cuando llegue ese momento?
En cuanto a las cárceles, tiendo a pensar que somos verdaderos especialistas en ponernos barrotes y barrotes a nuestra propia existencia y luego… “creer” que la “culpa” de nuestra falta de libertad es obra de los otros. Quizás sería más adecuado afrontar que el vértigo que supone aceptar el tomar las riendas de nuestra propia vida es, a pesar del miedo que nos da, una actitud más sana que la de quedarnos “quietos” en nuestra propia cárcel.

Anónimo dijo...

Arturo: ¿Telepatía? :-)

Lula May dijo...

Parte de mi nick es un apócope de Lulamae, personaje de la novela de Truman Capote “Breakfast at Tiffany’s”. La primera vez, hace ya años, que vi la película dirigida por Blake Edwards se me quedó grabado un diálogo que mantienen en las últimas escenas Holly-Lulamae y Paul en el taxi yendo hacia el aeropuerto. Diálogo, por cierto, perteneciente sólo al guión porque el final de la novela es bien distinto. Él comenta:

“Bueno nena, ya estás en una jaula. Tú misma la has construido, y en ella seguirás allá donde vayas porque no importa adónde huyas, siempre acabarás tropezando contigo misma".

Desde entonces supe que yo era más Lulamae que Holly. Estas palabras me han perseguido durante mucho tiempo y durante mucho tiempo también estuve en mi jaula, una preciosa jaula de oro pero jaula al fin y al cabo. El día que dejé de tropezar conmigo, dejé de tropezar con los demás, con el resto del mundo. Aún así sigo teniendo algún traspiés de vez en cuando, por suerte, para recordarme que no estoy sola y que la sinceridad conmigo misma y el compartirla con los demás quizás sea uno de los mayores disfrutes que puedo tener. Quizás.

Besos,
Lula.

Anónimo dijo...

No sé Anfar. ¿Quizás algún ciberduende? No sé, no sé. Un saludo para tí.

Anónimo dijo...

Si en vez de las estúpidas panteras y los férreos estúpidos leones,
encerrasen dos flacos mocetones en esa frágil cárcel de las fieras,
no habrían de yacer noches enteras en el blando pajar de sus colchones,
sin esperanzas ya, sin reacciones, lo mismo que dos plácidos horteras.
Cual Napoleones, pensativos, graves, no como el tigre sanguinario y maula,
escrutarían palmo a palmo su aula, buscando las rendijas, no las llaves...
Seas el que tú seas ya lo sabes: a escrutar las rendijas de tu jaula! "
Pedro B. Palacios (Almafuerte) Poeta argentino del siglo XX

Bombing

DIÓGENES dijo...

Bombing,

Encontraste la llave de la jaula en el tema de hoy, compartiendo con nosotros ese poema.

No lo conocía. Gracias.

DIÓGENES dijo...

Lula, sigo pensando que en tu nombre falta una característica nobiliaria alemana...

noe78 dijo...

Buenos días,
Empezaré diciendo que nunca me han gustado ni los zoos ni las residencias para mayores....creo que cada cosa tiene que estar en su sitio...los animales en su habitat y los mayores con su familia.
Puede que como todo en la vida haya alguna excepción, quizá algunos animales en peligro de extinción necesiten de centros especializados, pero creo que siempre se les puede preparar para enfrentarse de nuevo a la libertad, y del mismo modo los mayores pueden necesitar cuidados específicos pero me niego a pensar que vivimos en un mundo en el que no podemos sacrificar algo de tiempo o de dinero, es decir, trabajar algo menos aunque tengamos menos lujos o pagar a alguien unas horas con tal de mantener a esa persona en su hogar.
Mi padre siempre me castiga diciendo que seguro que cuando sea mayor le llevaré a un asilo....siempre le contesto lo mismo, depende de como te portes, pero sólo se lo digo para hacerle rabiar, espero que la vida me permita cuidar de él como él ha cuidado de mi hasta ahora.
Y cambiando de tercio y por llevar el tema por otros derroteros, no todas las cárceles son tan malas...a veces nos empeñamos en este blog en sacar sólo la visión negativa eh!! jajajaajaj. A mí personalmente me gusta la cárcel de sus brazos, de su mirada, de su compañía.....de esa no quisiera nunca escapar...se está tan a gustito y tan calentito en ella...
Un besazo feliz.
Noelia

Anónimo dijo...

Noelia,

Los animales que están en los zoológicos no pueden volver a su hábitat natural. La mayoría de ellos ya han nacido en cautividad, y los demás han crecido y han sido educados para vivir así. Son animales que no saben cazar, que no saben lo que es vivir en libertad, y si se les devolviese a su hábitat no sobrevivirían. Porque si hubiese alguna posiblidad no los meterían en zoológicos, los llevarían a alguna reserva natural o a algún sitio donde los preparasen para su puesta en libertad. Los primeros a los que no les gustan los animales enjaulados son a los propios cuidadores y veterinarios de los zoos.

La mayoría de los animales que vemos allí son de personas que en su día los acogieron pensando que tener un animal exótico en su vida los hacía ser exóticos a ellos también. Pero cuando se hacen mayores y ven que ya no pueden con ellos, porque el instinto es el instinto, buscan otra salida, que nunca es la libertad.

Un beso.

LIA

noe78 dijo...

Querida Lia,
sé que eso es así, me refiero a en qué momento se le ocurrió al ser humano que tener a los animales así era una buena opción....yo no planteo en mi post que se dejen libres los animales del zoo, lo que digo es que no me gustan en sí mismos, pero que sólo los concibo como un medio para cuidarlos, curarlos o prepararles para la vida en libertad.Sé que existen sitios así que les enseñan a volver a tener ese instinto para la superviviencia y luego los dejan libres.....ojalá existieran sitios así para humanos, que nos enseñaran a no depender, a ser valientes y afrontar la vida, que nos dieran medios de defensa....por desgracia todavía no hay escuelas para sobrevivir a lo malo de la vida...supongo que la vida es la misma escuela.
Un besín.
Noelia

Anónimo dijo...

Noelia,

No me gustaría que nadie me enseñase a ser libre, que me diese clases para ser cómo quiero ser. O lo aprendes por ti mismo, u olvídate de aprenderlo. Además lo que te hace libre a ti, puede que no me haga libre a mi. Cada uno sabe cuales son las cadenas que le atan, y no me gustaría que nadie me las cortase sin que yo hubiese comprendido el por qué. Eso sólo conlleva volver a encadenarte en cuanto nadie mira.

Un beso.

LIA

noe78 dijo...

Lia,
Puede que tengas razón o puede que yo no me haya expresado del todo bien.Yo no quiero que nadie me haga libre, quiero dar esos pasos por mí misma en la vida....pero si hay veces, hay circunstancias, hay personas que necesitan, no que se lo den todo hecho, no que les enseñen a ser libres pero sí necesitan una mano amiga o un consejo o una palabra de ánimo...no sé, podría seguir enumerando pero creo que la idea de lo que pretendo decir está muy clara.
Otro beso.
Noelia

Anónimo dijo...

Noelia,

Creo que todos hemos obtenido eso alguna vez. Las personas que te quieren y a las que importas se preocupan de decirte las cosas importantes, de darte los consejos apropiados y de abrazarte cuando lo necesitas.

Un beso.

LIA

Lula May dijo...

Pues nada, Diógenes, pónselo si te parece adecuado. Seguro que has pensado alguno precioso.
Por mi parte, si puedo elegir, prefiero ser trovadora o, casi mejor, cuentacuentos. Cuentacuentos con aristocrático nombre artístico.

Un beso plebeyo,
Lula.

DIÓGENES dijo...

Uhmmm... entonces... Lula... una cuentacuentos con aristocrático nombre artístico no puede ser llamada sino...

Lula von May... qué menos.

Lula May dijo...

Jajajajaja... es muy curiosa la imagen que proyectamos con nuestra palabra escrita. En cualquier caso, reclamo mi condición de plebeya a pesar de que me ha encantado la sonoridad del nuevo nick. Una amiga solía decir "llámame como quieras, con tal de que lo hagas con cariño" (frase propia de Mae West o de cualquier película de cine negro).

Beso,
Lula.

Anónimo dijo...

Hace bastantes años se proyectaba en la television argentina una serie que se llamaba "La dimension desconocida". Recuerdo una vez un capitulo, donde eran capturados seres humanos en la tierra y llevados a otro planeta. Alli eran exhibidos en un "zoologico" similar a los terrestres, y se veía
a los habitantes del lugar divertirse con la contemplación. La serie siempre se cerraba con una pregunta:¿es esto posible?, y la respuesta invariable era: todo es posible en la dimension desconocida. Como ejercicio intelectual convendría pensar que esto puede ser posible.

Anónimo dijo...

Es triste que los animales estén en un zoo... es triste que los viejitos estén en una residencia... es triste que nuestra alma esté enjaulada. Esa es la cara amarga de la vida... ojalá no existiera.

Pero la vida tiene también sus cosas buenas y sus momentos mágicos. Cierro los ojos y veo una niña con su mochila, camino del zoo... recuerdo el tiempo en el que esa niña era sólo un sueño en el corazón de un hombre.
Me parece un misterio que ese sueño se haya materializado y es lindo que haya una niña con su mochila y un hombre feliz a su lado.