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miércoles, 21 de noviembre de 2007

RAZONES...

En el Instituto había un profesor que siempre decía que la Historia se repite. Y esta repetición no es más que un movimiento pendular que se desplaza de un lado hacia otro. La humanidad siempre está dispuesta a cometer errores, a materializarlos en injusticias, en rencores, en peleas. Surgen confrontaciones de la nada, pero con mucha razón para las partes afrentadas. Cada una, sitúa el inicio de la refriega en un hecho, y a partir de ahí se mueve, decide y obra en consecuencia de su razón: la única.

Cuando la disputa se hace allende fronteras, con humanos de distintos padres y distintas lenguas, la guerra no es sino eso, una guerra... una conquista, un movimiento divisorio de unos confines, o una caída de quién al final pierde frente a otro que gana, sin más... Nada más acabar, el péndulo cambia de movimiento... y las generaciones pasan de página, y continúan hacia delante, aprendiendo, y rellenando la trinchera del pasado...

Pero hay otro tipo de guerra. En la que luchan los mismos hermanos. En la que se hablan desde trincheras, de uno a otro lado de la tierra de nadie, y se entienden. En la que luchan los vecinos. Y a las que se unen, además de las razones de los otros, las nuestras: las envidias, los mojones mal puestos, la herencia, los piques por uno se qué, o por lo otro, o por lo de más allá...

La post guerra es siempre la misma: calamidades, sufrimientos, faltas de comida y de medios para poder malvivir, escasez de todo a un mismo tiempo, padres sin hijos, hijos sin padres, hermanos que no volverán a llamar a un hermano, y en consecuencia, pena, dolor, mucho dolor...

Los que sobreviven viven con su carga, con su cruz, con su sambenito que la Historia les regala, y recuerdan, recuerdan lo que ocurrió, como perdieron lo perdido, y como lo ganaron... ¡a qué precio!

A esta generación le sigue otra. Nada sabe, nada recuerda, nada les importa. Lo que saben es de oídas... de bocas que no quieren escuchar por achacarlas de pesadas, de estar siempre con lo mismo, de viejos... los jóvenes sólo se interesan por su escasa experiencia, por su nula sapiencia... y no quieren oír. Sus ideas son las buenas, su romanticismo es la razón. Su utopía es lo cierto. Y lo que es peor, no son conscientes de que el péndulo vuelve... el del olvido, el de no recordar las penas...

Este fin de semana he visto muchas banderas de multitud de colores... calles repletas... cargadas de odio y rencor... y sobretodo de razones, muchas razones, razones de todo tipo... pero solamente válidas para unos, a los otros les basta con las suyas...

Me recuerda cuando se empezó a mover el péndulo... ¿a vosotros no?

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Parece que recuerda otros tiempos. De todas formas la calle es un buen sitio donde manifestarse, con limites.

Jose Luis

Viktor dijo...

No, la historia no se repite, ni hay un movimiento pendular. Simplemente nos mantenemos en el mismo punto. Nunca ha triunfado la razón, la guerra nunca termina. Aprovechemos este misterioso paréntesis de quietud que nos ha tocado vivir. Somos una generación privilegiada, la primera en milenios que no ha tenido que combatir, que no ha pasado hambre, que ha hecho lo que ha querido. Es casi una anomalía, y pasará pronto.

Anónimo dijo...

Creo que no es que se repita, es que los conflictos siempre están ahí. Siempre son los mismos. El descontento, la infelicidad, se achacan siempre a las mismas causas, y esto hace que una y otra vez surgan personas que se hacen oir, y de sus bocas salen las ideas repetidas hasta la saciedad. Las ideas que otros repiten como un mantra, pensando que por fin sus problemas se solucionarán. Pensando que tiene que haber unas causas, y que éstas pasan por machacar al extraño, por anular al contrario. Por matar, o por morir.

Las guerras comienzan por hechos insignificantes que sólo se convierten en importantes en los libros de historia. Detrás siempre hay mucho tiempo de odio y desesperación, mucho tiempo de conflictos soterrados cuya mecha prende el día menos esperado.

Un beso.

LIA

ariminerva dijo...

La guerra, las guerras???
Apropiada exposición Diógenes, más con la venia, siempre he pensado que las guerras comienzan no en fuera, sino en el dentro, en el si mismo, en el mi mismo. Una lección a aprender??? Puede.
No podemos pretender la igualdad, la ausencia de violencia y el olvido de ella por próximas generaciones, mientras no comencemos por conocernos a nostros mismos, nuestra sombra, nuestras motivaciones, y nuestra codicia.

Puede sonar pesimista, no lo es, es el mayor acierto al que podemos llegar. El primer comienzo de una utòpía que parece querer escaparsenos de las manos, como agua de rio.

DIÓGENES dijo...

En el fondo, Viktor, creo que existe una carga dinámica en el devenir de lo que acontece... nunca ha triunfado la razón porque la razón se desconoce... y cuando creemos encontrarla la mezclamos con una mezcla de egoísmo, de un hacerla nuestra...

Y fuera de esa dinámica, solo encuentro la solución, la respuesta, dentro de cada uno de nosotros, como dice ariminerva... dentro es donde se encuentra no lo que no se encuentra fuera, lo que muchas veces salimos a buscar y nunca encontramos...

Porque las causas, las razones, no deben ser como dice LIA la presencia de un contrario, porque podremos encontrar causas, pero no razones...

Viktor dijo...

Digamos que el valor por defecto es el conflicto, la violencia. La paz, la colaboración es algo que hay que conseguir a base de esfuerzo. Está claro que a la larga conviene un grado de colaboración y por eso hemos formado sociedades y comunidades, pero la violencia es el substrato último de toda organización y la labor (ímproba) de los miembros de esa comunidad es minimizarla.

Anónimo dijo...

No se trata de que la presencia de un contrario sea la razón o la causa, es que la mayoría de las personas ante un problema sólo busca culpables, no soluciones. Y las soluciones siempre parten de uno mismo, como dice ariminerva, pero siempre es más fácil culpar al otro, que ver nuestras propias debilidades.

Un beso

LIA

DIÓGENES dijo...

LIA, me he expresado mal... no decía que compartieras esa idea, sino que lo habías mencionado...

Totalmente de acuerdo en... que parte del problema sea la necesidad de culpar antes a los otros, que mirarnos a nosotros mismos...

Un saludo.

Anónimo dijo...

La culpa es mía, no te entendí bien.

Un beso.

LIA

Snowhite dijo...

Ahhh...la guerra. Enfoque de mis estudios, parte importante de mi vida laboral y hobby mío.

Viktor tiene razón. Es mi experiencia que la razón generalmente la tiene el que tiene el gatillo apretado. Y no es algo nuevo. En tiempos de Sócrates, se calcula que el ciudadano griego salía al campo de batalla una vez cada tres años para pelearse con los vecinos. Hablando de Sócrates, muchos lo conocéis como filosofo pero en su día también tenia fama de feroz combatiente. Después de la derrota de Delium contra los Tebanos fue unos de los pocos que regreso a casa con sus armas, luchando paso a paso en la retirada mientras sus conciudadanos lo abandonaban todo para correr mas rápido. Los mismos que unos años mas tarde votarían su condena a muerte.

El conflicto hace parte de nuestra naturaleza. No podemos evitarlo, solo prepararnos para la próxima guerra para que sea lo mas corto posible.

Snowhite

P.D. En los años 80 hubo un referéndum en Suiza para acabar con el servicio militar (6 meses a los 18 y luego 3 semanas cada año hasta los 42). Siempre recordaré el lema de la campaña pro-servicio militar: "Un país siempre tiene un ejercito. El suyo o el de otro.".

Anónimo dijo...

¿Qué es la guerra? ¿No será acaso el fruto de la envidia? ¿Será la oscuridad de la razón? Para que en nuestro primer mundo tengamos éste nivel de vida hay gente que tiene que morir. Es cruel, pero es así. Necesitamos la materia prima de los paises tercermundistas para poder vivir a todo tren en el nuestro. No nos importa invadir lo que haga falta para mantener nuestra sociedad. Los conflictos siempre han sido los mismos y han estado en los mismos sitios. Los paises que no tienen nada interesante que ofrecernos no cuentan; se olvidan aunque se estén produciendo genocicios fracticidas entre sus ciudadanos. Estimado Diógenes, creo que la guerra es, en definitiva, el fracaso del ser humano y el afloramiento de todas sus miserias. Un saludo a todos.

ariminerva dijo...

Sigo el debate, o el posteo,llamadlo como deseeis. En cualquier caso, no pretendiendo quitar valor a la historia como tal, todo parece indicar que la actual civilización poco o nada ha aprendido de ella.

Mucho es lo que nos queda por aprender o aprehender para ser más exactos. En tanto no consideremos el universo como una totalidad en sí, la humanidad como una comunidad en el puro sentido del término de iguales, el pez grande querrá comerse al chico.

Me gustaría recordar que existen organismos y acuerdos de nivel internacional, léase la ONU, que pasándosela por el forro de la chaqueta, los paises firmantes, hacen y harán caso omiso de la misma.

Señores, los DERECHOS HUMANOS EXISTEN,están estipulados y manoseados.

Y si empezásemos por el día a día, por aplicar los mismos en nuestra cotidaniedad??.

Nunca un edificio, torre, rascacielos, etc, ha comenzado a crearse desde la cima. Sin una base firme nada se sustenta.

Creo que estoy derivando el tema a futuras generaciones, de las que somos responsables. Sin educación en unos acuerdos de ley natural, de hombre a hombre, sin unos derechos como humanos que somos, y también obligaciones, triste resulta ver el destino mundial.

A pesar de todo ello, confiar en el bien pensar que estará por llegar.

Silvia dijo...

Habréis podido comprobar lo difícil que es estar de acuerdo. Los comentarios aquí expuestos son prueba de ello.
Habiendo intereses por medio, la razón no importa.Entonces la paz, como dijo Viktor, es una excepción.

Cuando se ha aprendido a vivir en guerra, con la guerra y para la guerra, otra cosa carece de sentido. Tal vez hay quienes no sepan salir de esa rutina,e incluso sea su medio de vida, simplemente.

Silvia.
Pd: Guerra=Violencia=terrorismo.