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lunes, 12 de noviembre de 2007

EL GUSTO...

El gusto es un sentido con el que se descubre el sabor de las cosas. Ese sentir se puede convertir en un placer, experimentando el deleite que recibimos de alguna cosa... cuando hablamos de “tener gusto” también nos referimos a una facultad...

El gusto es un sentido diferenciador. Cada uno apreciamos las cosas de forma diferente, y por tanto tenemos un gusto u otro...

Cuando nos “despachamos” a gusto, es cuando hacemos o decimos lo que nos viene en gana. Y si nos “relamemos” de gusto, es cuando encontramos una satisfacción desmesurada. La cortesía no abandona el gusto, si nos presentan a alguien, decimos, “mucho gusto”, aunque maldita la gana que tengamos de haber sido presentados...

“Al gusto” es la forma de hacer un guiso como se desea. Y “dar gusto”, creo que todos sabemos lo que significa... pero, sin entrar en una vorágine de deseo sexual, y mirando la leve materialidad de las cosas... ¿cómo dais gusto a la persona que deseáis?... ¿una comida, un regalo, un viaje...?

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Llevo 15 años casado y sigo innovando, pero ella prefiere que le de gusto con lo mismo JA JA.

LUIS

Anónimo dijo...

Casi nada material. Nos regalamos el uno al otro nuestro tiempo y pequeñas cosas cada día: despertarla por la mañana con un beso y un café antes de irme al curro, masajearle los pies, cocinarle sus platos favoritos...etc

A lo largo, no son los regalos caros o impresionantes que cuentan sino las pequeñas gotas de aceite que los dos vierten a diario en los engranajes de la relación. Al menos para nosotros.

Snowhite

Anónimo dijo...

Creo que el mejor regalo que se le puede hacer a tu pareja, es una sonrisa. Creo que la sonrisa es lo mejor que le puedo ofrecer. Con ella puedo decirle tantas cosas de distinta índole que no se puede resistir a mis encantos. Y si además esa sonrisa es pícara y va acompañada de una mirada de complicidad entonces sé que a él le gusta y le encanta y sé que se siente agusto, querido, deseado, importante, simplemente quiero que se sienta único para mi.


Kristalinas

Anónimo dijo...

Estando ahí a su lado, sin agobiar, escuchando entre líneas sus peticiones veladas, disfrutando a su lado y no “haciendo” nada en la mayoría de los casos. Quiero decir que es más fácil dejar que la relación fluya si tiene que hacerlo, que forzarla a que lo haga a base de satisfacer continuamente los gustos de nuestro deseado.

Cómo se da gusto a la persona deseada es algo que no se piensa, se siente. Y no se piensa por adelantado, no se piensa cuando no estás con ella, cuando quedan unos minutos para encontraros. Se siente cuando estás ahí, cara a cara, de cara a la verdad.

Los detalles están bien, están muy bien. Acertar con un libro esperado, con un ansiado viaje, con una sorpresa repentina. Eso está muy bien, está genial, pero el verdadero gusto (para ambos) es ofrecerte a ti misma, en cada momento que compartes, de una forma relajada, sincera, sin pretensiones. Somos el mejor regalo, al menos yo lo veo así.

Un beso,
Lula.

Anónimo dijo...

Su comida preferida, un beso de buenas noches, unas galletas sorpresa, un "ven que te hago un masaje", una mirada cómplice, un abrazo mañanero, hay mil cosas que se hacen porque sabes que le encantan. Y al hacerlas, te sientes tan especial como si te las hicieran a ti.

Un beso.

LIA.

Anónimo dijo...

Se me ocurren algunas cosas: dándome desinteresadamente, sin esperar recompensas. Haciendo una mezcla equilibrada de diferentes ingredientes como amor, comprensión, amistad, sexo, capacidad de sorprender. Haciéndole saber (y no precisamente con palabras, sino con actitudes) que puede contar conmigo cuando lo precise y, sin necesidad de pedirlo.

No le dejo dudas de que es muy deseado por mí…

J.M.M. dijo...

"La leve materialidad de las cosas", parece un eufemismo, o ¿es que nos avergonzamos de hablar de la relación entre la persona a la que deseamos y como la obsequiamos, como le damos gusto?.

El tema sobre el halago material y la persona a la que deseas, puede ser enormemente variado: según edades, clase económica o social, años de la relación, etc. y por supuesto los gustos del que da el gusto y el que lo recibe.

No siempre el que da percibe el mensaje correcto del destinatario o si lo percibe sabe interpretarlo correctamente (¿a pero no era esta la marca de colonia que tanto te gustaba?).

El enfoque debe empezar por tratar de conocer los gustos de tu objeto de deseo lo cual a veces puede ser fácil bien por que esta persona no se inhiba en contar sus preferencias materiales o bien porque te contesta sin rodeos. Generalmente no es el caso, y la tarea se puede complicar hasta límites insospechados, te pueden contestar desde un: ¡no sé!, ¡cualquier cosa!, ¡lo que tu quieras!, ¿si es que tengo ya de todo!, etc; todo ello no es sino una manera de devolverte la pelota y dejarte como estabas, o peor.

Por ello es importante estar atento a los mensajes "subliminales", cuando por ejemplo, paseas con tu pareja por la calle, ¿dedica más tiempo a ver los escaparates de la tienda de moda con precios prohibitivos?, ¿te comenta como quien no quiere la cosa que buena pinta tiene ese restaurante de moda?, etc.

Termino de enrollarme: mi manera de agradar en temas materiales pasa por invitar a mi objeto del deseo a cenar (ya sea en casa o en restaurante; según vaya el saldo de la Visa), ir a espectáculos (teatro, musicales, etc.) que no se puede permitir uno todas las semanas, y cuando las obligaciones familiares de uno y el otro lo permiten, ¡viajar!

¡Tanto gusto!

Anónimo dijo...

Creo que el gusto es primo hermano de la imaginación. Pienso que realizando cosas para ella fruto de nuestra imaginación. Información sobre sus aficiones, gustos, etc. No ser empalagoso en las cosas que le gustan pero tampoco quedarse corto. Actuar con sencillez ante la persona que queremos produce una sensación de bienestar hacia esa persona. Escuchar, motivar, acariciar,etc. Pienso que todo no consiste en endulzar. Un saludo a todos.

noe78 dijo...

Buenos días querido Diógenes,
Siento haber tardado tanto en llegar a este fanástico blog, pero tú bien sabes que no ha sido por "gusto"....eso sí, como dicen por ahí, más vale tarde que nunca.
Creo que la mejor forma de dar "gusto" a alguien (voy a dar por sentado que es alguien a quien quieres de forma especial) es conocerle bien y conocerte bien a tí misma para saber que hacerle o no hacerle según el momento, saber cuando callar y sólo estar a su lado, saber cuando decir algo que le reconforte o simplemente le provoque una sonrisa.
Luego están las cosas quizá más banales, más cotidianas, más carnales....esas son un mundo en sí mismasun beso a tiempo...una caricia que trasmita todo el deseo, una noche de pasión, un jueguecito sexual que sabés que está deseando provar....
En definitiva darse con el corazón y sin esperar nada a cambio...porque suele pasar que el que espera....desespera.
Un besito.Noelia

Anónimo dijo...

los detalles cotidianos pero que son sorpresivos por ser inesperados es lo que mas le gusta recibir. Recuerdo un dia, de solteros, que estuvimos todo el fin de semana juntos, cuando llego el final del finde nos despedimos y se quedo en su casa, al cabo de media hora volvi con una rosa, llame a su puerta y cuando abrio, se la di, le di un beso y me volvi a marchar. Frecuentemente me recuerda lo que le gusto ese gesto, precisamente por lo inesperado.

un abrazo.
KBG

Anónimo dijo...

Hola Diógenes... lo prometido es deuda y aquí estoy para comentarte este texto tan gustoso, jejeje. A la persona que deseo intento darle placer en todos los sentidos: el sexual, por supuesto, con sorpresas (es algo muy gratificante), con mimos (eso siempre gusta), escuchándole atentamente, compartiendo un sinfín de cosas que tengamos en común... en fin, los gustos son inacabables.

Un beso y nos vemos por estos lares!

(Lottie)