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jueves, 7 de febrero de 2008

PASIÓN...


Fotografía de ALEX KRIVTSOV

Dijo Stendhal, que el hombre que no ha amado apasionadamente ignora la mitad más bella de la vida.

La pasión es un deseo o sentimiento muy intenso. No es el sentido de pasión como sufrimiento del que hoy quiero hablar, es de la pasión amorosa, que tiene sus propios caminos, veredas distintas en cada persona que casi siempre pasan por el corazón.

La pasión es una de las grandes emociones que embargan al ser humano, y de entre ellas fue Voltaire el que definió al amor, como la más fuerte, ya que atacaba indistintamente al corazón, a la cabeza y al cuerpo.





PASIÓN de Nizzar Qabbani

Entre tus pechos hay aldeas incendiadas,
millones de fosas,
restos de barcos hundidos
y armaduras de hombres asesinados.
Ninguno de ellos ha regresado.
Todos los que pasaron por tu pecho
desaparecieron
y los que permanecieron hasta el alba
se suicidaron.




Bien, es viernes.



Un salón con grandes ventanales donde ir viendo pasar nubes y viento, donde poder mirar a lo lejos, en todas las direcciones. Donde no hay nadie más. Una chimenea encendida dando calor a cada espacio, permitiendo a los cuerpos casi desnudos danzar huidos de tibiezas y humedades. Una manta de suave piel en el suelo. Un sofá enorme y esponjoso, donde hundir el deseo. Comida y vino de buen deleite. Música paciente que tranquiliza almas. En resumen, un nido de pasión donde descubrir, bien una amada o un amado.



Pero vosotros, ¿cómo imaginaríais el escenario de la pasión?

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Diógenes, tengo que decirte que el mío lo has descrito tú. Sólo añadiría algo de fruta fresca para algún descansillo que otro...jejeje.

Ah!! y algo sin alcohol, para los que no gustan de él o les produzca efectos secundarios, no deseables para un día así.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Obviamente,
donde -por fin- se hayan callado las palabras,
donde no haya mañana,
donde estemos desnudos -y no me refiero al cuerpo.

Es decir, aquí.
Es decir, en todas partes.

Es decir, ahora.
Es decir, siempre.

amina dijo...

Chapeau anónimo, dicho lo que has dicho... que suscribo totalmente, no tengo más que decir.

Mamen dijo...

Cualquier escenario es perfecto siempre que se den los personajes adecuados. ;-)

Aunque no es de pasiones eternas de lo que se habla, hay una cita de Oscar Wilde por boca de lord Henry Wotton en "El retrato de Dorian Gray" que me apasiona (nunca mejor dicho):
"La única diferencia entre un capricho y una pasión para toda la vida es que el capricho dura un poco más".

Yo soy más de caprichos pasionales. Como ha dicho Anónimo, ahora, aquí, siempre, en todas partes.

Besos de viernes,
Lula.

Anónimo dijo...

Bueno, como ha dicho Lula, lo importante no es el escenario, sino la compañía. Esta puede hacer del mas sórdido de los hoteles el escenario ideal para la pasión, y viceversa...
Pero puestos a componer la escena perfecta, yo diría que la que ha dibujado Diógenes es bastante estupenda. Para matizar un poco, yo elegiría la música, tal vez algo de Sade, la Krall... y el vino, blanco, y de mi tierra, y ya si le ponemos una bañerita cerca...

Electra.

Anónimo dijo...

Diógenes!!, no está nada mal tu escenario, vaya imagen y post sugerentes que nos has puesto por ser viernes. Gracias por el regalo. Suscribo también los otros posts.

Un beso a todos.

noe78 dijo...

Buenos días...
Bonito tema para un viernes...la pasión.
La verdad es que es muy evocadora la escenita que Diógenes nos describe...es cierto que si hacemos un esfuerzo por imaginar sería de las primeras que vendrían a nuestra mente pero....seamos sinceros...cómoda, cómoda no es...jajaj
Supongo que la pasión para mí no depende del dónde, depende del con quien y del cómo...y sobre todo depende de uno mismo.
Hay personas que no son apasionadas, ni siquiera en los momentos "clave" y eso no tiene remedio...luego hay otras que nos pasamos de pasionales y eso....tampoco tiene remedio.
Para despertar mi pasión sólo necesito que me bese...despacito por el cuello y suba hasta mi orejilla, que sabe que me encanta, y luego siga por mi boca...y me muerda el labio inferior...si hace eso....me da igual dónde estemos, os lo aseguro.
Un besito.
Noelia.

humo dijo...

El mar. Té frío en abundancia. Algo de cava. Chocolate. Horas y horas por delante.

Anónimo dijo...

Suscribo totalmente el segundo comentario. No se puede definir mejor bajo mí punto de vista. Un saludo y buen finde a todos.

Firebrand dijo...

Pasión
Con estos mismos labios que ha de comer la tierra,
te beso limpiamente los mínimos cabellos
que hacen anillos de ébano, minúsculos y bellos,
en tu cuello, lo mismo que el pinar en la sierra.

Te muerdo con los dientes, te hiero en esta guerra
de amor en que enloquezco. Sangras. Y pongo sellos
a las heridas tibias, con besos, besos....Ellos
que han de quedar comidos, mordidos por la tierra.

Tal ímpetu me come las entrañas, que sorbo
tu carne palmo a palmo, cerco de llama el sexo,
te devoro a caricias, y a besos, y a mordiscos.

Ni la muerte, ni el ansia, ni el tiempo son estorbo.
El abrazo es lo mismo si cóncavo o convexo,
y yo soy un cordero que trisca en tus apriscos.


Antonio Carvajal

Anónimo dijo...

Se querían.
Sufrían por la luz, labios azules en la madrugada,
labios saliendo de la noche dura,
labios partidos, sangre, ¿sangre dónde?
Se querían en un lecho navío, mitad noche, mitad luz.

Se querían como las flores a las espinas hondas,
a esa amorosa gema del amarillo nuevo,
cuando los rostros giran melancólicamente,
giralunas que brillan recibiendo aquel beso.

Se querían de noche, cuando los perros hondos
laten bajo la tierra y los valles se estiran
como lomos arcaicos que se sienten repasados:
caricia, seda, mano, luna que llega y toca.

Se querían de amor entre la madrugada,
entre las duras piedras cerradas de la noche,
duras como los cuerpos helados por las horas,
duras como los besos de diente a diente solo.

Se querían de día, playa que va creciendo,
ondas que por los pies acarician los muslos,
cuerpos que se levantan de la tierra y flotando...
Se querían de día, sobre el mar, bajo el cielo.

Mediodía perfecto, se querían tan íntimos,
mar altísimo y joven, intimidad extensa,
soledad de lo vivo, horizontes remotos
ligados como cuerpos en soledad cantando.

Amando. Se querían como la luna lúcida,
como ese mar redondo que se aplica a ese rostro,
dulce eclipse de agua, mejilla oscurecida,
donde los peces rojos van y vienen sin música.

Día, noche, ponientes, madrugadas, espacios,
ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas,
mar o tierra, navío, lecho, pluma, cristal,
metal, música, labio, silencio, vegetal,
mundo, quietud, su forma. Se querían, sabedlo.

Vicente Aleixandre

DIÓGENES dijo...

Margaret,

Preciosas palabras...

Gracias.

Diógenes...